Las fuerzas israelíes bombardearon el día de ayer ciudades, poblados y campos de refugiados en distintos puntos de Gaza, dejando decenas de muertos como parte de una ofensiva aérea y terrestre contra Hamás que se ha expandido a buena parte del territorio y ha obligado a miles de personas a huir de sus casas y albergues.
La guerra ya ha cobrado la vida de más de 20.000 palestinos y ha obligado a cerca del 85% de los 2,3 millones de habitantes a abandonar sus hogares. La mayor parte del norte de Gaza ha quedado devastado, prácticamente despoblado y aislado del resto del territorio durante semanas. Muchos temen que al sur le aguarde un destino similar.
Israel ha prometido desmantelar a Hamás — que sigue ofreciendo resistencia, incluso en el norte — y llevar de regreso a casa a los más de 100 rehenes que mantienen los milicianos después de su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, el cual dejó unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles.
Israel ha ignorado los llamados internacionales de un cese del fuego, asegurando que ello representaría un triunfo para Hamás.
Si bien Estados Unidos ha ofrecido apoyo vital para la ofensiva, también ha instado a Israel a que tome mayores medidas para resguardar a la población civil y permitir el ingreso de más ayuda. Pero los trabajadores humanitarios afirman que la cantidad de alimentos, combustible y suministros médicos que entran al territorio son insuficientes para satisfacer las necesidades. Además, uno de cada cuatro palestinos en Gaza padece hambruna, según funcionarios de Naciones Unidas.
Ataques de norte a sur
Un ataque aéreo israelí sobre una residencia en el poblado de Beit Lahia — uno de los primeros objetivos de la invasión terrestre en el norte del territorio — dejó a por lo menos 21 personas sepultadas, entre ellas mujeres y niños, dijo un familiar.
Bassel Kheir al-Din, periodista de una televisora local, señaló que el ataque destruyó la casa de su familia y causó daños graves en tres residencias vecinas. Añadió que 12 integrantes de su familia, incluidos tres niños de 2, 7 y 8 años, quedaron sepultados y se asume que están muertos. Además, hay nueve vecinos desaparecidos.
En el centro de Gaza, aviones de combate y artillería israelí bombardearon los campos de refugiados de Bureij y Nuseirat, destruyendo edificios, informaron los residentes. Israel anunció esta semana que expandirá su ofensiva terrestre hacia el centro del territorio, y suele lanzar oleadas de ataques aéreos y de artillería antes del ingreso de sus soldados y tanques.
Un hospital en el poblado cercano de Deir al Balah recibió los cuerpos de 25 personas que murieron en el transcurso de la noche, incluidos cinco niños y siete mujeres, según revelaron los registros del hospital el jueves. Las incesantes explosiones se pudieron escuchar durante toda la noche en la localidad, en donde cientos de miles de personas han buscado refugio y donde muchas de ellas pasan las frías noches durmiendo a la intemperie.
“Fue otra noche de matanzas y masacres“, dijo Saeed Moustafa, residente del campamento de Nuseirat. Comentó que aún había personas que pedían ayuda entre los escombros de una residencia que fue destruida el miércoles por un ataque aéreo.
“No podemos sacarlos. Escuchamos sus gritos, pero no contamos con el equipo“, añadió.
Más al sur, en Jan Yunis, la Media Luna Roja Palestina dijo que un ataque cerca del hospital Al-Amal dejó al menos 10 muertos y 12 heridos. Gran parte de la población ha abandonado la ciudad, pero muchos se resguardan cerca de Al-Amal y de otro hospital con la esperanza de evitar los bombardeos.
Otra oleada de desplazados
Rami Abu Mosab, residente del campo de refugiados de Bureij, dijo que miles de personas han abandonado sus hogares en los últimos días a causa de los intensos bombardeos. Planea quedarse en el lugar porque no siente que haya un lugar seguro en Gaza.
“La muerte está aquí y allá“, dijo. “Es mejor morir en tu hogar“.
Bureij y Nuseirat son algunos de los campamentos de la región que fueron construidos para albergar a los cientos de miles de refugiados palestinos de la guerra de 1948 que dio origen a la creación de Israel. Desde entonces han ido creciendo hasta convertirse en hacinados vecindarios residenciales.
Alrededor de 700.000 palestinos huyeron o fueron obligados a abandonar sus hogares durante ese conflicto, un éxodo al que los palestinos se refieren como Nakba, o catástrofe. Cerca de 1,9 millones de personas se han visto desplazadas dentro de Gaza desde el 7 de octubre.
A medida que Israel expande su ofensiva, los palestinos que huyen han ocupado en grandes números zonas a lo largo de la frontera con Egipto y en la costa sur del Mediterráneo. Incluso en esas partes Israel sigue lanzando ataques contra lo que califica como objetivos militares.
Las fuerzas armadas israelíes culpan a Hamás del gran número de víctimas civiles, asegurando que el grupo cuenta con combatientes, túneles y lanzacohetes en zonas residenciales. Peo el ejército rara vez comenta sobre ataques específicos.
La ofensiva de Israel en Gaza ya es una de las campañas militares más devastadoras de la historia reciente. Más de 21.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, han perdido la vida, según el Ministerio de Salud de Gaza. El conteo no distingue entre combatientes y civiles.
El ejército afirma que ha abatido a miles de combatientes, sin presentar evidencia, y que 167 de sus soldados han perdido la vida en la ofensiva terrestre.
DMD