COLUMBUS, Ohio.- Una mujer de Ohio que enfrentaba la posibilidad de ser acusada penalmente por la manera como manejó un aborto espontáneo en casa no será acusada de cargos formales, decidió el jueves un jurado investigador.
La fiscalía del condado Trumbull dijo que los miembros del jurado se negaron a presentar una acusación por mal manejo de un cadáver contra Brittany Watts, de 34 años, de Warren, resolviendo un caso que había despertado atención nacional por sus implicaciones para las embarazadas, ya que los estados de todo el país elaboran nuevas leyes que rigen el acceso a la atención médica reproductiva.
Un juez municipal había encontrado causa probable para archivar el caso de Watts. Eso fue después de que los fiscales de la ciudad dijeran que la mujer abortó espontáneamente, tiró de la cadena y vació el retrete; luego salió de la casa, dejando el feto de 22 semanas atascado en las tuberías.
Su abogado dijo al juez que Watts no tenía antecedentes penales y que estaba siendo “satanizada por algo que ocurre todos los días”. La autopsia determinó que el feto murió en el útero y no identificó “lesiones recientes”.
En los días previos al aborto, Watts había visitado dos veces el hospital Mercy Health-St. Joseph’s, un centro médico católico en la ciudad de Warren, a unos 100 kilómetros al sureste de Cleveland. Su médico le había dicho que llevaba un feto inviable y que se indujera el parto o corría un “riesgo significativo” de muerte, según los expedientes de su caso.
Debido a retrasos y otras complicaciones, según su abogado, se marchó en ambas ocasiones sin recibir tratamiento. Después de abortar espontáneamente, intentó acudir a una cita en la peluquería, pero unos amigos la enviaron al hospital. Una enfermera llamó al 911 para informar que una paciente previamente embarazada había regresado diciendo que “el bebé está en su patio en un balde”.
RSV