Las fuerzas militares de Estados Unidos y Gran Bretaña llevaron a cabo un intenso bombardeo, apuntando a más de una docena de sitios utilizados por los hutíes respaldados por Irán en Yemen.
El ataque de represalia implicó el empleo de misiles Tomahawk lanzados tanto desde buques de guerra como desde aviones de combate, según reportaron varios funcionarios estadounidenses a AP.
Los objetivos militares seleccionados abarcaron centros logísticos, sistemas de defensa aérea y ubicaciones de almacenamiento de armas, según indicaron las fuentes oficiales.
Los periodistas de AP presentes en la capital de Yemen, Sanaa, informaron haber escuchado cuatro explosiones temprano, aunque no observaron signos de aviones de guerra en la zona.
Amin Ali Saleh y Hani Ahmed, residentes de Hodeida, una ciudad estratégica situada en el Mar Rojo y controlada por los hutíes, afirmaron haber percibido cinco explosiones fuertes. Este enclave portuario es reconocido como el más extenso bajo la influencia de los hutíes.
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informó en un comunicado sobre el ataque y dijo que la ofensiva es una respuesta a los ataques contra buques marítimos que han puesto en peligro al personal estadounidense, marinos civiles y socios del país.
“Hoy, bajo mi dirección, las fuerzas militares de los Estados Unidos, junto con el Reino Unido y con el apoyo de Australia, Bahréin, Canadá y los Países Bajos, llevaron a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías fluviales más vitales del mundo“, dice el texto.
“Estos ataques selectivos son un mensaje claro de que los Estados Unidos y nuestros socios no tolerarán ataques contra nuestro personal ni permitirán que actores hostiles pongan en peligro la libertad de navegación en una de las rutas comerciales más críticas del mundo. No dudaré en tomar medidas adicionales para proteger a nuestro pueblo y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario“.
DMD