La Habana.- Un día después de que cientos de personas protestaran en el oriente de Cuba contra los largos apagones y el desabastecimiento de alimentos, un grupo de derechos humanos reportó al menos dos detenidos. En tanto, el gobierno cubano llamó al encargado de negocios de Estados Unidos para entregarle una nota formal de protesta por lo que consideró conductas injerencistas.
Decenas de ciudadanos salieron a las calles en un populoso barrio de Santiago de Cuba el domingo por la tarde en rechazo a los cortes de luz de varias horas que recrudecieron la semana pasada y la falta de alimentos básicos, especialmente los que se entregan a través de la subsidiada libreta de abastecimiento.
Las autoridades reconocieron esa manifestación, al tiempo que medios de prensa no vinculados con el gobierno, redes sociales y un posteo de la embajada de Estados Unidos indicaron que también se habrían producido protestas más pequeñas en la ciudad de Bayamo y el poblado de El Cobre –también al oriente—, así como en Matanzas, en el centro de la isla.
Según las autoridades de la isla, las protestas fueron alentadas desde Estados Unidos.
“La comparsa de los infames quiso salir ayer a bailar con el dolor de los cubanos”, escribió el lunes el presidente cubano Miguel Díaz-Canel en su cuenta de X, antes Twitter. “Políticos mediocres y terroristas en redes se alinearon desde el sur de la Florida para calentar las calles de Cuba con mensajes injerencistas y convocatorias al caos. Se quedaron con las ganas”.
En su cuenta de X la embajada estadounidense había instado el domingo por la noche al gobierno cubano a “respetar los derechos humanos de los manifestantes” y “atender las necesidades legítimas del pueblo cubano”.
Una nota de la Cancillería isleña del lunes dio cuenta de la posición fijada ante la embajada de Estados Unidos y entregada al encargado de negocios Benjamin Ziff.
“Si el gobierno de los Estados Unidos tuviera una preocupación mínima y honesta sobre el bienestar de la población cubana, sacaría a Cuba de la lista arbitraria de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo; pondría fin a la persecución de los suministros de combustible que requiere importar el país; dejaría de perseguir cada transacción financiera de Cuba en el mundo”, expresó el comunicado.
Camila Rodríguez de la agrupación 11J, que da seguimiento a los arrestos de personas desde las primeras movilizaciones en décadas que se produjeron en julio de 2021, indicó a The Associated Press que tenían verificadas al menos dos detenciones en Bayamo y estaban buscando más información sobre Matanzas.
Videos mostraron a personas coreando “Corriente y Comida”, sobre todo grupos de mujeres con niños en Santiago, frente a cordones policiales. En otras zonas cantaban el himno nacional y algunos gritaban “Patria y vida”.
La primera secretaria del poderoso Partido Comunista de Cuba en la provincia de Santiago, Beatriz Jhonson, se apersonó en el lugar para dar explicaciones a la población y en una comparecencia posterior informó que ya había comenzado la distribución de alimentos.
Las autoridades reconocieron las dificultades económicas que enfrenta el país y cómo los aumentos sostenidos en los precios golpearon los bolsillos de los trabajadores. Según cifras oficiales la inflación anual en 2021 fue del 77%, en 2022 de 39% y de 30% en 2023 mientras el Producto Interno Bruto se contrajo un 2% el pasado año.
La crisis económica se intensificó con la paralización provocada por la pandemia de COVID-19 y un recrudecimiento de las sanciones por parte del expresidente estadounidense Donad Trump que no fueron revertidas por su sucesor Joe Biden. Además un plan de unificación monetaria aplicado por el gobierno cubano en 2021 disparó la inflación a niveles nunca vistos en la isla.
En julio de 2021 se registraron las primeras manifestaciones populares debido al creciente desabastecimiento y los cortes de luz, ocasionados por la falta de dinero del gobierno cubano para adquirir crudo para la generación y comprar repuestos para las antiguas termoeléctricas.
Según la organización 11J, unas 1.000 personas fueron detenidas en esas manifestaciones, algunas de las cuales terminaron arrestadas. También se informó de otras detenciones en protestas más pequeñas en octubre de 2022. Unas 800 personas fueron enjuiciadas.
“Creo que volverán a ocurrir (las manifestaciones). La pregunta es si el gobierno podrá manejarlas y cuánta capacidad habrá para eso si se producen en varios lugares a la vez con algún nivel de coordinación”, expresó a AP Arturo López-Levy, investigador del instituto de estudios regionales comparados en la Escuela Josef Korbel de la Universidad de Denver.
JFF