Un hombre lleva un cartel con la leyenda "Free TikTok" frente al juzgado donde se inició el juicio contra Donald Trump, el pasado 15 de abril

 La Cámara de Representantes aprobó el sábado una ley que prohibiría el uso de TikTok en Estados Unidos en caso de que la empresa china que es dueña de la popular plataforma de redes sociales no venda su participación en un plazo de un año, pero no se espera que la aplicación desaparezca pronto.

La decisión de los representantes republicanos de incluir a TikTok como parte de un paquete de ayuda exterior, una prioridad para el presidente Joe Biden con gran apoyo del Congreso para Ucrania e Israel, aceleró la prohibición después de que una versión anterior se estancó en el Senado.

La Cámara de Representantes aprobó por abrumadora mayoría bipartidista en marzo un proyecto de ley independiente con un plazo de venta más corto, de seis meses, ya que tanto demócratas como republicanos expresaron sus preocupaciones de seguridad nacional en torno a la empresa china ByteDance Ltd., propietaria de la aplicación.

La medida modificada, aprobada por 360 votos a favor y 58 en contra, pasa ahora al Senado tras unas negociaciones que alargaron a nueve meses el plazo para que la empresa venda la app, con la posibilidad de tres meses adicionales si la venta está en marcha.

Las impugnaciones legales podrían ampliar aún más ese plazo. La empresa ha indicado que, de aprobarse la ley, es probable que acuda a los tribunales para intentar bloquearla, alegando que privaría a millones de usuarios de la aplicación de sus derechos amparados por la Primera Enmienda.

TikTok ha ejercido una fuerte presión contra la ley, empujando a los 170 millones de usuarios de la app en Estados Unidos, muchos de ellos jóvenes, a llamar al Congreso y expresar su oposición. Sin embargo, la virulencia de la reacción enfureció a los legisladores del Capitolio, donde existe una gran preocupación por las amenazas chinas a Estados Unidos y donde pocos miembros utilizan la plataforma.

“No dejaremos de luchar y abogar por ustedes”, dijo el director general de TikTok, Shou Zi Chew, en un video publicado en la plataforma el mes pasado y dirigido a los usuarios de la app. “Seguiremos haciendo todo lo posible, incluido el ejercicio de nuestros derechos legales, para proteger a esta increíble plataforma que hemos construido con ustedes”.

La rápida tramitación del proyecto de ley en el Congreso es extraordinaria porque se dirige a una sola empresa y porque el Congreso lleva décadas sin intervenir en la regulación tecnológica. Los legisladores no habían tomado medidas a pesar de los esfuerzos para proteger a los niños en línea, salvaguardar la privacidad de los usuarios y hacer a las empresas más responsables de los contenidos que se publican en sus plataformas, entre otras cosas. Pero la prohibición de TikTok refleja la preocupación generalizada de los legisladores con respecto a China.

Un problema de seguridad nacional

Miembros de ambos partidos, junto con funcionarios de los servicios de inteligencia, han expresado su preocupación de que las autoridades chinas puedan obligar a ByteDance a entregar datos de usuarios estadounidenses o instruir a la empresa para que suprima o impulse contenidos de TikTok que convienen a sus intereses. TikTok ha negado las afirmaciones de que podría ser utilizada como herramienta del gobierno chino y ha dicho que no ha compartido datos de usuarios estadounidenses con las autoridades chinas.

El gobierno de Estados Unidos no ha presentado públicamente pruebas que demuestren que TikTok compartió datos de usuarios estadounidenses con el gobierno chino o que manipuló el popular algoritmo de la empresa, que influye en lo que los estadounidenses ven en la plataforma.

La empresa tiene buenas razones para pensar que una impugnación podría tener éxito, después de algunos buenos resultados en disputas legales previas sobre sus operaciones en Estados Unidos. En noviembre, un juez federal bloqueó una ley de Montana que prohibiría el uso de TikTok en todo el estado después de la demanda que presentaron la compañía y cinco creadores de contenidos en contra de la medida.

En 2020, los tribunales federales bloquearon la orden ejecutiva que emitió el entonces presidente Donald Trump para prohibir TikTok después de que la empresa interpuso una demanda bajo el argumento que la orden violaba la libertad de expresión y los derechos procesales. Su gobierno negoció un acuerdo bajo el cual las empresas estadounidenses Oracle y Walmart adquirirían una gran participación en TikTok. La venta nunca se concretó por varias razones; una de ellas fue China, que impuso controles de exportación más estrictos a sus proveedores de tecnología.

Decenas de estados y el gobierno federal han prohibido el uso de TikTok en dispositivos oficiales. El Instituto Knight de la Primera Enmienda de la Universidad de Columbia presentó una impugnación el año pasado a la prohibición en Texas, argumentando en una demanda que la política impedía la libertad académica porque se extendía a las universidades públicas. En diciembre, un juez federal falló a favor del estado.

Organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles han respaldado la app. “El Congreso no puede privar de sus derechos a más de 170 millones de estadounidenses que utilizan TikTok para expresarse, participar en activismo político y acceder a información de todo el mundo”, declaró Jenna Leventoff, abogada del grupo.

La respuesta de TikTok

Desde mediados de marzo, TikTok ha gastado cinco millones de dólares en anuncios de televisión en los que se expresa en contra de la ley, según AdImpact, una empresa de seguimiento de publicidad. Las pautas han incluido a una serie de creadores de contenidos, entre ellos una monja, quienes ensalzan los efectos positivos de la plataforma en sus vidas y argumentan que una prohibición pisotearía la Primera Enmienda. La empresa también ha animado a sus usuarios a ponerse en contacto con el Congreso, y algunos legisladores han recibido llamadas cargadas de insultos.
 
“Es lamentable que la Cámara de Representantes se escude en una importante ayuda exterior y humanitaria para aprobar una vez más un proyecto de ley de prohibición que atropellaría los derechos de libertad de expresión de 170 millones de estadounidenses, devastaría a siete millones de empresas y cerraría una plataforma que aporta 24.000 millones de dólares anuales a la economía de Estados Unidos”, declaró Alex Haurek, portavoz de la empresa.

El representante demócrata de California Ro Khanna votó en contra de la iniciativa. En su opinión, podría haber formas menos restrictivas de ir tras la compañía que resulten en una prohibición total ni en una amenaza a la libertad de expresión.

“Creo que no será bien recibida”, dijo Khanna. “Es una señal de que Washington no está en contacto con los votantes”.

Nadya Okamoto, una creadora de contenidos que tiene unos cuatro millones de seguidores en TikTok, dijo que ha conversado con otros creadores que están experimentando “mucha rabia y ansiedad” sobre el proyecto de ley y cómo va a afectar a sus vidas. La joven de 26 años, cuya empresa “August” vende productos menstruales y es conocida por su defensa de la desestigmatización de los periodos menstruales, obtiene la mayor parte de sus ingresos de TikTok.

“Esto va a tener repercusiones reales”, afirmó.

RSV

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