Ciudad de México.– Pese a la promesa presidencial de lograr autosuficiencia energética, en el caso del gas natural se requieren recursos millonarios para incorporar nuevas reservas y desarrollar campos rentables, una meta complicada en la situación actual del País.
Actualmente, la demanda de gas es cercana a los 9 mil millones de pies cúbicos diarios, mientras que la producción es de 4 mil 855 millones, según datos de la Secretaría de Energía (Sener) al primer semestre.
México tiene reservas totales por 63 mil millones de pies cúbicos, de las cuales 10 mil 700 millones tienen 90 % de probabilidad de explotarse.
La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) señala que las reservas están asociadas a una estrategia de producción definida por los operadores que consideran elementos técnicos, inversiones y gastos operativos de aquí a 2094.
Si bien la CNH considera que hay potencial para aumentar la producción de gas, identifica problemas técnicos de aprovechamiento y condiciones de mercado que dificultan la meta.
“Deben considerarse diversas condiciones para desarrollar nuevos proyectos exploratorios, que deben madurar técnica y económicamente, y favorecer cambios en la filosofía operativa y de aprovechamiento de gas”.
“Esto dependerá de la política energética, las condiciones económicas del mercado, la complejidad técnica y el nivel de madurez para cada proyecto, así como la disponibilidad de recursos de inversión”, considera.
Actualmente, la CNH sólo ha recibido dos proyectos de Pemex enfocados a la producción de gas: Cuitláhuac, un campo en tierra, y Lakach, en aguas profundas.
David Rosales, socio de la consultora Elevation iDEAS, dijo que por ahora no hay condiciones ni incentivos para desarrollar una cadena de producción, distribución y suministro de gas grande para lograr la autosuficiencia en el corto y mediano plazo.
“Si hay una demanda a un precio conveniente para el productor, entonces habrá interés de producirlo, procesarlo y transportarlo hasta los puntos de consumo; sin esos incentivos bien acomodados, sin certidumbre jurídica que da un mercado eléctrico marginalista y adecuadas condiciones de competencia, no ocurrirá, pese a que exista el potencial”.
“(Esto debido a que) no habría interés en hacer inversiones necesarias en exploración, producción, procesamiento y demás para llevar al gas hasta el punto de consumo; además de que habría que competir con el mercado más barato del planeta: Estados Unidos”, expresó.
Consideró que es difícil lograr esas condiciones antes de 2030, pues no hay un escenario que haga pensar que es factible porque hay una alta dependencia de la importación.
“Se necesitaría haber hecho cientos de pozos en campos en los últimos cinco años y no se hicieron porque este Gobierno paró las rondas y por lo tanto la inversión “, aseveró.
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