Yucatán.- Estudiantes de séptimo y octavo semestre de la Licenciatura en Medicina Integral y Salud Comunitaria de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez (UBBJ) en Ticul, Yucatán, que hace una semana marcharon para exigir “clases de verdad”, aseguraron que a la fecha no les han enseñado a inyectar, suturar, enyesar o llenar una historia clínica.
“A mí me da vergüenza decir que estoy estudiando medicina en esa universidad y yo apoyo firmemente el proyecto de AMLO (quien fundó las UBBJ), pero creo que nos han engañado.
“No sabemos poner una sonda nasogástrica o una sonda rectal, no hemos pisado ni siquiera un hospital, no sabemos nada”, dijo vía telefónica un estudiante, que cursa el séptimo semestre.
“Ahora nos regañan por habernos manifestado, que porque estamos poniendo en duda el prestigio de la escuela, cuando en realidad sabemos que un prestigio como tal no lo ha habido”, añadió vía telefónica.
Otro estudiante del séptimo semestre de Ticul, al sur de Mérida, dijo que no acudió a la marcha pues se enfocaba en pedir maestros que faltan y no prácticas académicas.
Él asegura que toda la instrucción ha sido teórica, que no han aprendido a poner férulas o a enyesar, poner catéteres ni sondas y que es un contrasentido, pues la carrera está enfocada a atender pacientes de zonas alejadas donde no hay enfermeros ni hospitales y el médico debe hacerlo todo.
Si no llegan a dar prácticas en algún hospital en este momento se van a ver deficiencias. Y a lo mejor llega a pasar eso que nos den por fin prácticas, yo creo que sinceramente que ya no va a pasar, pero si pasa la mayoría no sabrá cómo defenderse.
“Simplemente farmacología tampoco lo hemos visto, el mecanismo de acción del fármaco, si existe alguna intoxicación, no se ha dado nada de eso”, sostuvo el estudiante que aprendió algo de enfermería en el bachillerato.
Otra estudiante del octavo semestre recordó que los salones estuvieron listos hasta el 2021, pero que no hay ningún laboratorio y en los salones son frecuentes las goteras y que las sillas se rompían fácilmente.
En castigo, añadió, el coordinador de la escuela les puso un tiempo sillas sin paleta para los libros pues los acusó de no cuidar los muebles. A más de 33 grados en Ticul, la sede de la UBBJ no tiene aire acondicionado, sólo un ventilador gigante que, según los estudiantes, hace mucho ruido y tienen que apagarlo para escuchar a los maestros, todos de medicina general.
GT