Ciudad de México.- En medio de la incertidumbre económica global que aún prevalece, la industria de autopartes en México afirma que va en vía de franca recuperación tras el frenón del año pasado provocado por la escasez de chips y datos oficiales del País y de Estados Unidos respaldan esa mejoría.

Por ejemplo, de enero a septiembre pasados las exportaciones mexicanas de autopartes a Estados Unidos, su mayor mercado, aumentaron 15% anual, a un récord para un igual periodo de casi 53 mil 500 millones de dólares, revelan cifras del Buró de Censos estadounidense.

Con ello, el sector logró un superávit en su balanza con Estados Unidos de 28 mil 560 millones de dólares, el más alto histórico también para un periodo similar.

En empleo, la plantilla laboral de la industria a nivel nacional sumó en agosto, último dato disponible del Inegi, el nivel más alto en los últimos 19 meses y quedó sólo un 4% por debajo del pico máximo logrado en octubre del 2018, de 875 mil 712 empleos directos.

Y en uso de planta, también en agosto, la industria escaló a un nivel de 89.3%, el más alto para cualquier mes desde enero del 2013.

Hay mayor disponibilidad de chips

Aunado a eso, empresas del sector están realizando nuevas inversiones en México para expandir aún más su capacidad de producción, en especial para atender el creciente mercado de vehículos eléctricos.

Para Armando Tamez, director general de Nemak, la principal causa del crecimiento en las exportaciones a Estados Unidos es porque que los fabricantes de vehículos en ese país tienen mayor disponibilidad de chips respecto al 2021.

Además, destacó, porque con base en el T-MEC el contenido regional para los vehículos fabricados en Norteamérica subió de 62.5 a 75.0%, con lo cual no pagan impuesto de exportación en la región.

Del crecimiento en el empleo, indicó que deriva de la mayor mano de obra calificada que están encontrando las empresas en México, la cual está siendo contratada por el mayor dinamismo de la industria.

Para Nemak vemos una recuperación importante contra años anteriores por recuperación de industria, entrada de nuevos productos eléctricos y estructurales. Vemos positivos los próximos años en incremento de volumen, ingresos y crecimiento de utilidades”, resaltó Tamez.

“Y de igual manera vemos que vienen buenos tiempos para el resto de la industria de autopartes en México, ya que los fabricantes de autos y vehículos ligeros, después de la pandemia, han enfrentado fuertes problemas logísticos en su cadena de suministro y ahora desean tener componentes y autopartes más cerca de sus plantas, y México ofrece mano de obra calificada, cercanía y costos competitivos”.

Nearshoring

Manuel Valdés, presidente del Cluster Automotriz de Nuevo León, refirió que el desempeño de la industria es resultado de un mercado vigoroso en Norteamérica, la capacidad y flexibilidad de las compañías en México para responder de manera acelerada a la mayor demanda y el “nearshoring”.

“Estamos en franca recuperación”, afirmó.

Tamez añadió que las expectativas son sólidas, en particular en el segmento de vehículos 100% eléctricos, ello pesa a los indicios de una recesión moderada en Estados Unidos y lo que está pasando aún en Europa por el alza del gas a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania.

La razón, explicó, es porque en Estados Unidos si bien las tasas de interés están altas, el desempleo está en niveles bajos históricos, además de que en los últimos dos años el ahorro del consumidor creció.

Destacó también que las armadoras en Estados Unidos están dando más incentivos para la compra de autos y que además éstas necesitan reponer sus inventarios, pues están muy bajos, lo que acrecenta el potencial de venta de autopartes mexicanas.

Además, la vida promedio del parque vehicular en Estados Unidos está en 12 años y es el más alto de los últimos 40 años, entonces todos estos factores nos hacen anticipar una buena perspectiva”.

JRL

 

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