Ciudad de México.- El director del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas, afirmó que el creciente fenómeno de la extorsión evidencia un Estado que no sólo es débil y que falla, sino que está coludido con la delincuencia.
El número de víctimas del delito de extorsión en México creció 13.5% en enero de este año con respecto a lo registrado el mismo mes del año anterior, confirmó ayer un informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Hay una red de corrupción e impunidad que protege a la delincuencia. Si hay delincuentes que desde el penal están extorsionado, la pregunta es cómo. Desde nuestro trabajo de campo en 2013 detectamos que había ‘call centers’ dedicados a hacer cientos de llamadas al día”, señaló.
“Si esto puede ocurrir desde un penal quiere decir que el Estado mexicano está coludido con la delincuencia, porque es irrelevante si es una autoridad del sistema penitenciario, o si es municipal, estatal o federal, es un representante del Estado que está coludido con la delincuencia”.
Durante un foro sobre extorsión en la UNAM, Rivas advirtió que las autoridades han permitido que la extorsión crezca -en modalidades como la telefónica- e incluso han dado protección a las redes para que sigan operando.
“A mí me impresiona cuando me dicen: ‘ah, de ese número ya han salido 250, 300, 400 llamadas de extorsión. ¿Y? ¿Si tienes centenares de miles de números con centenares o millones de llamadas?, tu sábana es del tamaño del continente americano”, expuso.
“¿Cómo es posible que no estás combatiendo al delito? La ley es muy deficiente y hoy, en particular la extorsión, es una ley que, a nivel federal, tiene 40 años y en 40 años mucho ha cambiado en la comisión de delitos y nada se ha modernizado en términos legislativos”.
Señalan abandono institucional
Rivas alertó que la diversidad de tipos penales y sanciones para este fenómeno, que existen en los estados, no abonan a tener una estrategia nacional para combatir este ilícito, ni a reducir su incidencia.
Consideró que el crecimiento de este delito, particularmente durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, también se explica por el “abandono” institucional y la falta de visión a largo plazo.
En el “Foro Nacional sobre Extorsión”, organizado por el ONC, Rivas subrayó que la extorsión involucra un sistema que, además de tener una diversidad de “caras”, deriva en consecuencias patrimoniales y hasta sociales.
No es un delito con una sola cara, no lo comete un solo grupo delictivo, no se ejecuta a través de un solo medio y hay un aspecto importante: nos limitamos a fijarnos el mero daño patrimonial”, comentó.
“No estamos viendo el efecto que tiene en la seguridad, en el desplazamiento forzado, hoy lo vemos por ejemplo en Zacatecas, en donde la extorsión presencial ha vaciado municipios”.
JJJC