Ciudad de México.– A la brava, Porfirio Muñoz Ledo fue protagonista del histórico proceso electoral que cambió la historia de Guanajuato en 1991.

Para aquella elección, que tenía como antecedente las rotundas victorias conseguidas por el PAN en León en 1988, el PRI postuló como candidato a Ramón Aguirre, ex Secretario de Programación y Presupuesto y ex jefe del Departamento del Distrito Federal

Aguirre inició en marzo su campaña en Dolores Hidalgo.

El Partido Demócrata Mexicano rechazó la coalición con el PAN y eligió como su aspirante a la leonesa Rosa María Hernández de Torres.

Archivo AM.

El 5 de mayo, al solicitar su registro como candidato a gobernador ante la Comisión Estatal Electoral, Vicente Fox Quesada hizo un “llamado a la legalidad”. 

En un mitin en la escalinata del Teatro Juárez exclamó que todavía quedaban “Alhóndigas por incendiar”.

El 18 de mayo, la Comisión Estatal Electoral negó registro a la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo del PRD y a Adolfo Andrade del MIR. 

El dictamen de la Comisión estableció que Muñoz Ledo solo cumplía con uno de los requisitos para ser candidato, ser ciudadano mexicano por nacimiento, “pero sin haber nacido en Guanajuato ni tener la residencia efectiva de 5 años inmediatamente anteriores al día de la elección”.

La comisión descartó que tuviera valor la constancia de residencia expedida por el Secretario del Ayuntamiento de Apaseo el Grande -la tierra natal de la vasta familia Muñoz Ledo– , ya que “únicamente se refiere a la vecindad, sin referir lapso alguno”.

Además, el dictamen añadía que en su acta de nacimiento no aparecía que alguno de sus ascendientes haya sido o sea guanajuatense, “pero aún teniéndolos no podríamos concluir que tal ascendencia le diera el derecho de aspirar a la Gubernatura”.

También se rechazó el registro de Andrade, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria que había conmovido a los leoneses con el surgimiento de El Guaje y sus airados reclamos.

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El ayuno de Rosita

Ramón Aguirre, Vicente Fox, Rosita Hernández y Juan Gabriel Torres Landa quedaron legalmente inscritos.

Pero Muñoz Ledo no se rindió y luego de que alegara “derecho de sangre”, por los antecedentes familiares en Apaseo el Grande, el Tribunal Estatal Electoral le concedió en una sesión exprés el registro como candidato. 

Se restauró parte de la legalidad”, dijo Porfirio. “Bienvenido si lucha por la democracia”, concedió Fox.

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En cambio, Rosita Hernández del PDM, sostuvo que era una burla para los guanajuatenses y respondió con una huelga de hambre de protesta. 

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La candidata del sinarquismo sostuvo que el ayuno era peligroso para su salud, pero que era mucho más peligroso para Guanajuato que “el sistema” hubiera designado un hombre como Muñoz Ledo para incrustar el socialismo en Guanajuato, un sistema fracasado que nos quieren imponer.

La candidata añadió:

Lo único que están haciendo es sacar a gente del PRI para ponerla en otra opción, aparentemente nueva”.

La candidata dijo estar dispuesta a llevar el ayuno hasta el final, si fuera necesario.

“Estoy dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias, a menos que las autoridades retiren el registro a Porfirio Muños Ledo y renuncien los miembros del Tribunal Electoral”.

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Se instaló para ayunar en la Plaza de los Mártires, mientras que un mariachi le cantaba: “No vale nada la vida”…

Rosita mantuvo su ayuno hasta el 7 de julio y tuvo que ser hospitalizada, Fox acusó al PDM de negociar con su huelga de hambre.

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La recta final

La campaña siguió adelante. El 24 de julio, Aguirre, Fox y Muñoz Ledo se enfrentaron en un debate radiofónico. El encuentro en Radio Monitor, en la capital del país, se caracterizó por los ataques personales entre los candidatos. Fue un candente antecedente de la jornada electoral.

El 18 de agosto, los guanajuatenses votaron copiosamente en una jornada sin incidentes.

Vicente Fox Quesada se declaró gobernador de Guanajuato al conocer resultados parciales, aunque los datos oficiales no lo respaldaban. 

Durante una rueda de prensa, Porfirio Muñoz Ledo le levantó el brazo en reconocimiento de su triunfo. 

Rosa María Hernández también lo hizo.

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Pero el 22 de agosto, las autoridades electorales proclamaron vencedor a Ramón Aguirre.

Luego vinieron las protestas, la renuncia al cargo del gobernador electo Aguirre y la designación de Carlos Medina Plascencia como Gobernador interino.

 

Aquel informe de Gobierno

Porfirio Muñoz Ledo se cruzó con otro guanajuatense distinguido en .

Muñoz Ledo jugó un papel fundamental en la integración de  la Corriente Democrática, surgida en el PRI a mediados de los ochenta y que provocaría un rompimiento del partido.

En aquella corriente participaban el gobernador de Michoacán, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; el expresidente del PRI, Porfirio Muñoz Ledo; la exembajadora Ifigenia Martínez; el exdiputado del PRI, Rodolfo González Guevara, entre otros.

En el proceso de postulación de Carlos Salinas de Gortari, la Corriente dejó el PRI y Cárdenas terminó como candidato a la Presidencia de una amplia coalición de partidos de izquierda e incluso del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

En el proceso, Muñoz Ledo fue una pieza fundamental. Ya en la oposición, fue electo Senador por el entonces Distrito Federal.

Porfirio Muñoz Ledo sale de la Cámara de Diputados entre insultos de los priístas, el 1 de septiembre de 1998. Foto: Tomada de un video.

En el último informe de Miguel de la Madrid, el 1 de septiembre de 1988, Muñoz Ledo provocó una bronca mayúscula, al interrumpir la lectura del Presidente.

Había comenzado De la Madrid la lectura del llamado mensaje político, cuando Muñoz Ledo saltó de su curul.

-¡Miente, señor Presidente-

Miguel Montes García, quien como presidente de la Cámara de Diputados ya había calificado la discutida elección de Carlos Salinas de Gortari, hizo lo que pudo por controlar aquella sesión, en la que el mensaje del Presidente fue interrumpido 11 veces, de acuerdo con la crónica de este periodista.

Los priistas se le echaron encima, llovieron las mentadas de madre, dos gobernadores pretendieron golpear a Muñoz Ledo y hasta el vetusto líder del sindicato electricista, Leonardo Rodríguez Alcaide, amenazó con sacar su pistola para disparar contra el irreverente.

Pero mucha gente afuera del Congreso apreció el gesto y cuando Muñoz Ledo iba por la calle, o en campañas posteriores, no faltaron los coros de: “Porfirio valiente, callaste al Presidente”.

AGM / LALC

 

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