Quintana Roo.- Con el argumento de que las obras del Tren Maya están causando severos daños a los ecosistemas y ponen en riesgo al sistema lagunar de Bacalar, más de 650 personas urgieron suspender la construcción del tramo de Bacalar a Chetumal, en Quintana Roo.
A través de una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, expusieron que tras la llegada de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se derribaron miles de árboles para abrir una brecha de entre 50 y 70 metros de ancho.
Además, se crearon cientos de accesos a la brecha principal de entre 15 y 25 metros de ancho cada uno.
También denunciaron que dentro de la selva, máquinas instalaron bancos de materiales de más de 15 hectáreas cada una para extraer material de relleno para la brecha principal y las secundarias.
Finalmente hemos visto cómo están rellenando los humedales”, señalaron en la misiva firmada por pobladores de la zona, activistas, científicos e integrantes de centros culturales, comunitarios y organizaciones no gubernamentales.
La carta también está dirigida a Luis Crescencio Sandoval, titular de la Sedena, y Maria Luisa Albores, quien está al frente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Advierten riesgo para Bacalar
Construir la vía del Tren Maya sobre el sistema lagunar de Bacalar lo pondría en riesgo porque su salud depende de la posibilidad de un intercambio libre y permanente de agua entre las lagunas que lo componen, el río Hondo y el mar Caribe, advierte la carta.
“Es una enorme equivocación que traerá consecuencias graves para los frágiles ecosistemas que conforman esta región”, se lee en el documento.
Este conjunto de lagunas interconectadas por canales es hogar de aves, mamíferos, peces y reptiles. Ahí también están presentes manglares y orquídeas.
La semana pasada, la Sedena reconoció que rellenó por error parte del Estero de Chac con el fin de que camiones con materiales pudieran transitar.
Si bien la dependencia ofreció construir puentes temporales para el transporte de materiales, eso no resolverá el problema porque el trazo conlleva el relleno de varios kilómetros de humedales, de acuerdo con los inconformes.
Lo anterior afectaría los flujos naturales de agua y, como consecuencia, también la temperatura, el color y el caudal del líquido, modificando el hábitat de especies de flora y fauna.
“Por razones de presupuesto y tiempos políticos se ha priorizado la celeridad y la urgencia de terminar la obra sin una estrategia de prevención de impactos basada en la planeación de acuerdo con la naturaleza de los ecosistemas”, señala la misiva.
Denuncian avance sin consultas
Las poblaciones locales no fueron consultadas sobre las obras a realizar en dicho tramo, aseguraron los firmantes, quienes consideraron que la construcción atentan contra su derecho a un medio ambiente sano.
“La decisión de pasar la vía por encima de los humedales toma por sorpresa a la ciudadanía ya que no se ha hecho ninguna consulta pública, no se ha divulgado ningún documento justificativo y menos se ha puesto a la disposición el proyecto de ingeniería”, sostuvieron.
Además de la suspensión, exigieron que se abran espacios para consultar a la población e investigadores sobre las obras y realizar en conjunto estudios para llegar a acuerdos y decisiones responsables.
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