Ciudad de México.- La propuesta de Paquete Económico 2024, presentada el viernes pasado, plantea un déficit presupuestario equivalente a 4.9 % del Producto Interno Bruto (PIB), el más alto desde 1989.
Esta medida es la diferencia entre el gasto y los ingresos, y se da como resultado de un gasto histórico equivalente a 26.2 % del PIB.
Al mismo tiempo los ingresos se proyectan más moderados, ya que representarían 21.3 por ciento del PIB, nivel incluso menor al aprobado para el Presupuesto del 2023, según muestran los documentos del Paquete Económico 2024.
Con un mayor avance del gasto y menos ingresos, la diferencia presiona a las finanzas publicas e implica que el Gobierno tendrá que recurrir a mayor endeudamiento para contar con los recursos necesarios, opinaron expertos consultados.
De acuerdo con el Centro de Investigación y Estudios Presupuestarios (CIEP), el año pasado Hacienda estimó que el endeudamiento, definido como los Requerimiento Financieros del Sector Público, se ubicaría en 2.7 % del PIB.
Sin embargo, la situación se ha agravado, pues con los datos presentados el viernes se prevé que sea de 5.4 puntos, lo que significa que las previsiones de endeudamiento se han duplicado como resultado de mayor gasto.
No obstante pese a mayores recursos previstos para erogaciones, el presupuesto carece de margen de maniobra, advierte el CIEP.
Lo anterior debido a que, de los 26.2 puntos del PIB que representa el gasto neto propuesto, 21.7 puntos son para atender gastos que ya se tienen comprometidos, entre los que destaca el costo de la deuda y las pensiones, rubros cuyo pago no se puede posponer y que recientemente han acelerado su crecimiento, lo que limitan los recursos para atender otras necesidades.
Un mayor déficit debería estar respaldado por proyectos que generen mayores ingresos futuros, de otra manera afectará al crecimiento económico, pues implica que en futuro se deberán pagar más impuestos, expuso Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base.
De acuerdo con la especialista, el alto déficit trae consigo mayor riesgo para el tipo de cambio, cuyas expectativas podrían elevarse.
“Un alto déficit se relaciona con presiones inflacionarias, salidas de capitales, alta tasa de interés y depreciaciones de la divisa”, advirtió.
En lo que va de la actual Administración, el déficit público ha aumentado año con año. En 2019, representó 1.6 por ciento del PIB y se estima que para el cierre de 2023 sea de 3.3 puntos, casi dos puntos por debajo de lo presupuestado para 2024.
“Esto es algo muy negativo y representa un riesgo para la calificación crediticia de la deuda soberana de México”, señaló Siller a través de publicaciones en redes sociales.
Según la analista, esto presionará también a la siguiente administración.
Gsz