Acapulco, Guerrero.- Los habitantes de Acapulco resienten la inseguridad en medio de la destrucción.
Ayer, la Guardia Nacional tomó el control de la seguridad en las gasolineras ante el saqueo de combustible.
Además, continúan las denuncias de asaltos y saqueos, por lo que las personas tienen miedo de llevar y entregar ayuda a los damnificados.
Ayer, a plena luz del día, vecinos de la calle Hornos, en la Colonia La Bocana, dieron la voz de alarma: “resguárdense, resguárdense”.
Un par de señoras, un hombre adulto y un adolescente que llegaba en una motoneta se metieron presurosos a sus casas.
Andan los de la Guardia Nacional buscando a unos hombres armados, informó uno de los que propagó la alerta.
Luz Linares Díaz, vecina de La Sabana, indicó que la noche del sábado su primo regresaba a su casa con unos cartones de leche cuando fue rodeado por ocho jóvenes que lo despojaron de los lácteos.
Javier Mayo, vecino de El Coloso, quien es propietario de un pequeño local de venta de tóner y cartuchos para impresora, se quejó de que las autoridades de los tres niveles de gobierno han permitido el pillaje.
Haga de cuenta que Acapulco quedó sin ley, cada quien hace todo lo que quiere. Hay gente que no alcanzó nada de víveres y la rapiña está todavía ahorita, lamentó.
Gsz