La alta incidencia de obesidad representa una bomba de tiempo para el sistema de salud de México, advirtió un informe de la OCDE

Ciudad de México.- La alta incidencia de obesidad representa una bomba de tiempo para el sistema de salud de México, advirtió Frederico Guanais, director adjunto de la División de Salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En la presentación para América Latina del reporte Panorama de la Salud 2023, remarcó la necesidad de atender un problema que eleva la incidencia de enfermedades crónicas y aumenta la presión sobre el sistema sanitario.

El 36 por ciento de los adultos en México, indicó, tiene obesidad, lo que representa 10 puntos por encima del promedio de la OCDE.

Y buena parte de los problemas de salud prevenibles en el país, subrayó, están asociados a la obesidad.

“En México, tener una acción intersectorial para la prevención, principalmente de la obesidad, es urgente para poder enfrentar los desafíos que se avecinan”, señaló en videoconferencia.

Esto es una bomba de tiempo. Por los niveles de obesidad que existen en México, la crisis y los impactos en los sistemas de salud seguramente se van a agudizar”.

Gabriel Di Paolantonio, analista de la OCDE, indicó que los costos asociados a la obesidad le representan al país una pérdida de 5.3 por ciento del producto interno bruto.

Es el mayor impacto registrado en países de la OCDE”, apuntó.

Guanais advirtió, por otra parte, que México enfrenta el doble reto de la alta incidencia de enfermedades crónicas como la diabetes y la persistencia de rezagos en la prevención y atención que se traducen en una elevada tasa de mortalidad infantil.

México primer lugar en diabetes de tipos I y II   

De hecho, detalló, México ocupa el primer lugar entre los países integrantes de la OCDE en la prevalencia de diabetes de tipos I y II y el segundo, después de Colombia en tasa de mortalidad de menores.

En tanto, señaló, México gasta 1,181 dólares per cápita año en salud, cuando el promedio de la OCDE es de 4,986, mientras que de bolsillo en el país asciende a 47 por ciento, y la esperanza de vida se ubica en 75.4 años, 4.9 por debajo del promedio.

Además, alertó, la mortalidad en los 30 días posteriores a un accidente cerebrovascular es del 17.2 por ciento, mientras que el promedio de la OCDE es de 7.8, lo que indica, consideró, la existencia de problemas de calidad en los servicios médicos.

Advirtió que el país cuenta con sólo un cuarto del promedio de las camas hospitalarias por cada mil habientes en la OCDE -una contra 4.3-, así como una muy baja disponibilidad de médicos y personal de enfermería.

Cuestionado sobre la reforma al sistema de salud emprendida por la actual administración federal en México, indicó que los procesos de este tipo suelen verse acompañados en una primera etapa por una reducción en la cobertura de los servicios.

Llamó a apostar a cambios graduales y a colocar en el centro la calidad de los servicios de salud.

Para que las cosas funcionen tienen que trascender las administraciones de Gobierno. Se necesita continuidad”, señaló.

“Muchas veces se subestima el tamaño y el impacto que las reformas deben tener y se imagina que en dos o tres años se van a lograr que requerirían una década”.

JRL

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