El Cairo.- La población civil en la Franja de Gaza está sufriendo un verdadero infierno, describió Michelle Ravell, enfermera mexicana que fue evacuada del territorio palestino hace apenas unos días.
Fueron 26 días los que yo estuve en Gaza. Fue una montaña rusa de emociones, de sentimientos, de preocupaciones”, narró la colaboradora de Médicos Sin Fronteras (MSF) en un video compartido por la organización.
“Es inhumano el trato que se está llevando a cabo a la población civil en Gaza. Hay bombardeos en la mañana, en la tarde, en la noche, en la madrugada, y son sonidos terroríficos. Cada bombardeo es un poco más cerca que el otro”.
El jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que Michelle salió a través del cruce fronterizo de Rafah, luego de que Israel y Egipto permitieran la salida de extranjeros y refugiados por ese punto.
La enfermera confirmó que la población en la Franja tiene poco acceso a la red móvil.
Precisó que pasó varios días en un refugio en el que se resguardaron alrededor de 15 mil personas.
Sólo había dos baños, no había electricidad, no hay comida”, describió.
Michelle agradeció el apoyo que recibió de parte de MSF para poder salir del enclave, pero se dijo consternada por el resto del personal de la organización y de la población gazatí.
¿Qué pasa con la población, toda esa población que está en Gaza? Todos ellos se quedan ahí, todos ellos están sufriendo”, lamentó.
Escasea todo en hospitales y clínicas
En cuanto a la situación sanitaria, confirmó que el personal médico no cuenta con suficiente material desinfectante, ni con suficientes camas, ni hospitales.
Me parece una brutalidad que los hospitales sean atacados, que las ambulancias sean atacadas y que la población civil sea la que está sufriendo”, reclamó.
“Desde MSF pedimos un alto al fuego, que no se ataquen hospitales, que no se ataquen escuelas, que no se ataquen refugios. La gente quiere vivir”.
Hace un mes, Israel lanzó una feroz ofensiva contra Hamás, organización que gobierna la Franja de Gaza, después de que 3 mil militantes del grupo ingresaron a territorio israelí y mataron a mil 100 civiles y 300 soldados.
La operación israelí, que ha constado de incesantes ataques aéreos y de una recién incursión terrestre, ha dejado más de 10 mil personas muertas, y 1.5 millones de desplazados, de acuerdo con cifras de las autoridades en Gaza. Además, impuso un asedio total al enclave que ha cortado el suministro de alimentos, agua, electricidad, combustible y material médico.
JRL