Ciudad de México.- En Santa Teresa, localidad mexiquense de Huehuetoca, donde se erige la megafarmacia prometida por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la única opción para que los habitantes accedan a servicios de salud es privada, pues la Clínica Familiar está cerrada desde hace dos años.

Quienes requieren atención médica recurren a una farmacia privada con consultorio adyacente, la única opción de atención en el pueblo. Para ello desembolsan 50 pesos por consulta entre semana, 70 pesos si es en fines de semana, y 300 pesos, en promedio, por medicamentos.

La Clínica Familiar Sta. Teresa, que era pública, luce abandonada y se ubica a 500 metros de lo que será el gran almacén con capacidad de albergar 1.5 millones de piezas de fármacos diarios. 

“Nos atendíamos de la gripa, lo básico. Dentista, psicología también había. (Ahora) vamos al Similar porque es lo que nos queda más cerca”, asegura Fernanda.

Yasmín Arroyo confirma que busca atención médica en el consultorio de farmacia porque “es lo único que hay”. 

La otra opción pública con la que cuentan los pobladores se ubica a seis kilómetros. Se trata del Centro de Salud Santa Teresa, pero para recibir atención médica en éste hay que formarse desde las 5:00 horas para obtener una de las seis fichas que dan al día y no hay garantía de que cuente con los medicamentos que los pacientes requieren.

“Dan pocas fichas, no tienen medicamentos; uno va, se forma a las cinco de la mañana, le dan su consulta, pero el medicamento que es el principal, que es el antibiótico, no lo tienen; tienen paracetamol o desinflamatorio. Es un centro de salud muy pequeño”, lamenta Yasmín.

Martín Hernández cuenta que su bebé no tiene la vacuna contra sarampión porque cuando acudió, hace alrededor de dos meses al Centro de Salud para que se la aplicaran, le dijeron que no la tenían.

“Me dijeron que me iban a hablar por teléfono para avisarme (cuando hubiera vacuna). Dejé mi número telefónico y me dijeron: ‘Le marcamos cuando estén las vacunas'”, lo que aún no ha ocurrido.

Martín afirma que en esa unidad sólo cuentan con medicamentos básicos como el paracetamol.

Señala que cuando no alcanza ficha en el Centro de Salud de Santa Teresa, se traslada hasta Cuautitlán Izcalli. “Hacemos como hora y media”.

Además, para su atención básica de nada le sirve su derechohabiencia del ISSSTE, pues en Santa Teresa no hay ninguna clínica del Instituto. “Ni cerca hay”, indica. 

Ahora, los pobladores de Santa Teresa están animados con la apertura de la megafarmacia anunciada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador para el próximo 30 de diciembre.

Sin embargo, no saben que no podrán adquirir ahí fármacos gratuitos ni que no habrá médicos.

“Está muy bien que pongan la megafarmacia, es lo que nos hacía falta”, opinó Arroyo.

HLL

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