El Tren Maya tuvo su primer viaje ayer mientras diversas promesas presidenciales de indemnización, escuelas y clínicas para los afectados, no han sido cumplidas.

De hecho, las niñas y los niños en Palenque tienen que tomar clases en una casa particular porque los salones del único preescolar fueron usados como bodega de construcción y las dos aulas que prometió Fonatur a través de la constructora aún no están listas.

Ayer, acompañado de invitados especiales e integrantes de su gabinete, el Presidente Andrés Manuel López Obrador realizó el primer recorrido que hará el Tren Maya de Campeche a Cancún. AMLO inauguró 257 kilómetros de los mil 554 que contempla todo el Tren. Sólo un 16 por ciento del total.

Sobre las vías estacionaron tres convoyes, pero sólo uno de ellos fue abordado para hacer el recorrido, el cual duró aproximadamente seis horas.

Los habitantes del Ejido Guadalupe vieron ayer partir el miniconvoy insatisfechos, pues ahora ni siquiera tienen servicios de salud, porque si bien la clínica se construyó, todavía no da servicio, y la clínica vieja dejó de funcionar. Además, el ejido quedó partido en dos por la vía y luego en cuatro por un puente vehicular.

Gregori Méndez, de oficio carpintero, describe la obra como una especie de cruz de fierro y cemento, por lo que teme que los carros que circularán por el puente vehicular que se construyó frente a su vivienda, caigan en su patio. Y el piso y las paredes de las casas que se dañaron por la obra tampoco han sido reparadas.

RSV

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