El tren Interoceánico, durante su inauguración este viernes, en Salina Cruz (Oaxaca)

Cuando todavía no se ha depositado el polvo por el revuelo causado por el estreno del Tren Maya, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado este viernes la inauguración de otro de sus megaproyectos ferroviarios: el tren que pasará por el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Las vías de este transporte unirán tanto para carga como para pasajeros el golfo de México con el océano Pacífico por el estrecho de tierra más angosto del país, desde Coatzacoalcos en Veracruz hasta la ciudad costera de Oaxaca, Salina Cruz. Desde este punto en el recorrido del tren, López Obrador se ha subido en el viaje inaugural del ferrocarril en la línea Z, pero el resto del recorrido de más de 1.200 kilómetro de vía tendrá que esperar hasta 2024 para verse completado.

“Lo han venido soñando desde hace siglos autoridades, reyes, políticos, gobernantes… Desde la invasión española, Carlos V le pidió a Hernán Cortés que uniera a los dos océanos”, ha contado el presidente sobre los orígenes de la idea de unir por tierra dos océanos. La necesidad de un transporte en la zona generó mucho interés en diferentes líderes históricos del país, pero con la construcción del canal de Panamá se fue apagando lentamente el entusiasmo por una solución mexicana. No fue hasta 1907 con Porfirio Díaz que se inauguraron las vías desde Veracruz hasta Oaxaca. “No prosperó lo suficiente porque en esa época no era lo que es ahora. Se fue abandonando como opción, pero los tiempos han cambiado y ahora es un proyecto estratégico”, ha insistido el mandatario.

La primera etapa, que permite el transporte de pasajeros desde Salina Cruz hasta Coatzacoalcos, es la única que se ha completado de momento. El presidente asistió en desvelar la placa para marcar el comiendo de las operaciones acompañado de su hijo Gonzalo López Beltrán. En la ceremonia de inauguración estaba el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara junto al de Veracruz, Cuitláhuac García, y el de Tabasco, Carlos Manuel Merino. También ha asistido el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar; y el empresario Carlos Slim.

Para finalizar el primer tramo se ha aprovechado la estructura de las antiguas vías y se han rehabilitado cuatro estaciones históricas: Salina Cruz, Ixtepec, Mogoñé y Medias aguas. Además, se han tenido que construir dos estaciones nuevas: Chivela y Donají. La segunda etapa no estará lista hasta el próximo junio y la totalidad del proyecto no se terminará hasta el final del 2024, cuando se espera que las vías del Corredor Interoceánico conecten con las del Tren Maya.

Andrés Manuel Obrador junto al secretario de Marina, José Rafael Ojeda (izquierda), y el empresario Carlos Slim (derecha), durante la inauguración del tren Interoceánico, este viernes en Oaxaca.

El presidente ha recordado la posición estratégica del país en logística de mercancías que el nuevo Corredor Interoceánico podrá aprovechar para impulsar la economía de México. “Celebro que se haya tenido la ilusión de reiniciarlo, de rehabilitar puertos y vías, de tener listo el ferrocarril de carga y pasajeros y se estén impulsando polos de desarrollo en la franja del Istmo”, ha subrayado. También ha destacado la firma de convenios con empresas para impulsar el transporte de carga, aunque de momento solo está reservado para pasajeros.

Respecto a las resistencias locales a la construcción del tren que han empañado el proyecto presidencial, López Obrador asegura que para construir estaciones en zonas en disputa se ha conseguido llegar a acuerdos. “Habían lugares en los que se había invadido la vía, se dio alternativa a los que vivían cerca”, ha asegurado. Las tierras del istmo oaxaqueño tiene un fuerte arraigo a las comunidades que han denunciado que la construcción de un parque industrial para la gestión del tren destruiría El Pitayal, una zona de selva baja, básica en su economía. “Esta es una obra para las comunidades por las que pasa el tren, vamos a seguir ayudando”, ha añadido el presidente.

Respecto a las resistencias locales a la construcción del tren que han empañado el proyecto presidencial, López Obrador asegura que para construir estaciones en zonas en disputa se ha conseguido llegar a acuerdos. “Habían lugares en los que se había invadido la vía, se dio alternativa a los que vivían cerca”, ha asegurado. Las tierras del istmo oaxaqueño tiene un fuerte arraigo a las comunidades que han denunciado que la construcción de un parque industrial para la gestión del tren destruiría El Pitayal, una zona de selva baja, básica en su economía. “Esta es una obra para las comunidades por las que pasa el tren, vamos a seguir ayudando”, ha añadido el presidente.

El tren podrá llevar en sus 65 carros hasta 5.200 toneladas de mercancías y a 400 pasajeros en clase VIP, primera y segunda. Los boletos se podrán comprar la línea y las estaciones, y los precios se establecerán en función de los kilómetros que el pasajero quiera recorrer. Irán desde los 154 pesos para trayectos más cortos hasta los 1.500 en clase gerencial. De momento, todos los boletos hasta el 30 de diciembre están ya agotados.

JFF 

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