La explosión por acumulación de gas LP, que dejó seis personas lesionadas y una fallecida, impactó en 92 casas y departamentos alrededor del conjunto de cuatro viviendas en Providencia 1017, en la Colonia del Valle.
“En 82 se registraron daños en cancelería y vidrios, en 10 nos indicaron que no hay afectaciones y sólo en siete tienen alguna póliza de seguro“, indicó el director de Participación Ciudadana, Adolfo Lluvere.
Dos de las cuatro casas quedaron destruidas, con la mayor parte del cascajo acumulado al interior del domicilio y otra parte depositado en la banqueta exterior.
De acuerdo con residentes del conjunto, en la casa 3, en donde ocurrió la explosión, vivía una señora mayor que en ese momento no se encontraba.
Su hija Graciela Chávez, de 65 años, acudió porque le reportaron el olor a gas, por lo que ingresó cuando ocurrió el estallido y murió. Su cuerpo fue rescatado tres horas después de ocurrida la explosión.
En la espera
Los residentes preguntaron a las autoridades si podrán regresar a las dos casas subsistentes.
Sin embargo, personal de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) les explicó que deben esperar a que terminen los peritajes y la evaluación de daños estructurales para ver si pueden volver.
“Sentí un temblor de 10, todo se movió”, comentó la vecina Eloisa Acosta.
El portón de acceso fue desplazado y ayer por la mañana, mandó repararlo.
En tanto, Gabriela Mota salió a comer el viernes con su hijo, quien la pasó a dejar a su casa enfrente de Providencia 1017, minutos antes de las 19:00 horas.
“Me bajé del coche y le dije a mi hijo ‘huele muy feo’. Él me dijo ‘ha de ser la coladera‘. ‘No, es otra cosa’, le dije.
“Entré, me senté en mi taburete y, de repente, sentí la explosión“, contó la vecina.
Habitante de una casa a la vuelta, sobre San Borja, Margarita Llaguno recibió en su vivienda a algunos habitantes de un edificio en calle afectada.
“Todos se salieron del edificio; después, los desalojaron, varios estuvieron en mi casa, algunos se fueron con familiares“, indicó Llaguno.
Una cuadrilla de trabajadores de limpia de la Secretaría de Obras ingresó a las casas y llenó un camión con los vidrios recolectados en las casas en donde los habitantes los desprendieron.
“Quitamos muchos vidrios rotos que todavía estaban en las ventanas“, apuntó el trabajador Rubén Espinosa.
Los vecinos explicaron que el conjunto siniestrado fue edificado hace seis décadas y tenía un tanque estacionario, que sigue sin daños aparentes.
DMD