A 30 años del alzamiento armado, el EZLN disminuyó su presencia en las comunidades chiapanecas, en parte por el impacto del crimen organizado en la zona, coinciden expertos.
“La migración, el cambio generacional: muchos jóvenes ya no quieren ser zapatistas, y el narcotráfico influyó para que el EZ sí dejara de controlar los territorios que antes controlaba como en los primeros 20 años“, dice Gerardo Alberto González Figueroa, investigador del Colegio de la Frontera Sur.
Luis Abarca, del Comité Digna Ochoa, indica que el crimen organizado en la Selva Lacandona tiene presencia desde 1970, pero, a diferencia de esos años, ahora son varios cárteles.
“Los chavos zapatistas ahora escuchan narcocorridos, la narco-cultura se ganó a esta juventud, también existe el consumo de drogas. ellos no estaban exentos” afirma.
Para Abarca, el zapatismo se retira de su territorio y el narco queda en esos mismos territorios.
Gaspar Morquecho, antropólogo e investigador, señala que no es que el territorio zapatista haya sido ocupado por el narcotráfico, sino que ahora les toca compartir espacio.
El 6 de noviembre, el EZLN anunció la presencia de cárteles del crimen organizado en Chiapas y anunció la desaparición de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) y las Juntas de Buen Gobierno.
DMD