La muerte de siete cadetes en una presunta novatada cimbró al Ejército; en una práctica de rutina fueron obligados a entrar al mar agitado y con olas de cuatro metros. Siete no soportaron y murieron ahogados.
El pasado 20 de febrero los jóvenes fueron obligados en una “novatada” a meterse al mar de Ensenada con su uniforme, botas y equipo, pese a que la Capitanía de Puerto había decretado bandera roja por oleaje alto.
Pero hasta ayer se informó oficialmente de la tragedia y se reportó que el Teniente Coronel David López Ordaz, director del Centro de Adiestramiento El Ciprés, fue detenido, según dijo el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
El titular de Sedena señaló que la detención era por desobediencia y abuso de autoridad vinculado con el fallecimiento de los jóvenes. El General Secretario no aclaró si hay una responsabilidad por homicidio culposo.
Así fue la tragedia
En videos del 20 de febrero, se observa a un mando superior custodiar a decenas de elementos que se ubican en la playa Corona enfrentando el alto oleaje.
El 22 de febrero, los familiares de los jóvenes desaparecidos enviaron una carta al Presidente Andrés Manuel López Obrador y a la Gobernadora Marina del Pilar exigiendo justicia.
“Nos dirigimos a usted con la esperanza de obtener respuestas y justicia ante el suceso ocurrido en el Campo Militar El Ciprés, dirigidas por el Teniente Coronel de zapadores, David López Ordaz, llevando a cabo prácticas militares irresponsablemente, ya que había una alerta”, indica el oficio.
El primer cuerpo, el de Carlos Omar Farías, apareció el 25 de febrero. Fue hasta ayer martes 5 de marzo cuando se informó de la localización de Óscar Abraham Sánchez, el séptimo cadete que había sido arrastrado por las olas.
RSV