A 100 días de iniciar operaciones, la nueva Mexicana de Aviación vuela con pocos pasajeros, con subsidios del Gobierno federal y el reconocimiento de AMLO de que fueron estafados.
Ayer, en su conferencia mañanera, el Presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que fue estafado por Aero Holdings, pues incumplió un contrato de arrendamiento de aviones con todo y tripulación.
“Esta empresa incumplió un contrato que se suscribió con la nueva empresa Mexicana, y no son serios, porque habían quedado en entregar los aviones en una fecha y no cumplieron. Y, entonces, lo que se hizo fue que se suspendió el contrato y ellos se sintieron afectados y acuden a esta denuncia. Son los clásicos leguleyos, ¿no?, que piensan que con denuncias van a robar”, dijo AMLO.
Cuestionado sobre la demanda interpuesta por la compañía, el pasado 27 de marzo, ante un tribunal de Nueva York, en la que reclama un pago de 838.5 millones de dólares a la Sedena, AMLO reviró y dijo que Mexicana presentará las pruebas del incumplimiento del contrato de parte de Aero Holdings y vendría una contrademanda gubernamental.
Grupo Reforma publicó en agosto de 2023 que la Sedena había comprometido con Aero Holdings un contrato de arrendamiento de 10 aeronaves, mantenimiento, aportación de tripulaciones y capacitación de personal por 527 millones de dólares.
Pero las condiciones del contrato, como se informó entonces, daban a Aero Holdings la propiedad de las aeronaves y por cada una de ellas, cuyo costo se estimaba en 28 millones de dólares, la empresa tendría una utilidad de 8.1 millones de dólares en 8 años de duración del contrato.
La utilidad por los 10 aviones sumaría entonces 81 millones de dólares, considerado un negocio redondo para Aero Holdings con un margen de 28 por ciento sobre la inversión. Además de que la empresa administraría la línea aérea.
Conforme al preacuerdo, Mexicana recibiría tres aeronaves antes de junio de 2023, tres más antes de agosto y las cuatro restantes en septiembre.
Sin embargo, AMLO reveló ayer que la empresa arrendadora incumplió y no entregó las aeronaves y ello propició que Mexicana “despegara” hasta diciembre del año pasado.
Junto con las ventajas del contrato para Aero Holdings, en agosto se reveló que varios de sus directivos habían participado en quiebras de empresas aéreas en Colombia y en México como Interjet y la misma Mexicana que poseía Gastón Azcárraga.
La nueva Mexicana transportó en enero y febrero pasados a 29 mil 791 pasajeros en 394 vuelos, es decir 75 en promedio en cada viaje.
La aerolínea opera con tres aviones Boeing 737-800, de la Sedena, con capacidad de 180 pasajeros cada uno, y dos Embraer ERJ-145, para 50 pasajeros cada uno, arrendados a Transportes Aéreos Regionales (TAR), pues Aero Holdings no entregó nada.
El dinero público erogado para impulsar a Mexicana suma 812 millones de dólares por la adquisición del nombre de la compañía y otros bienes, y 8 mil 340 millones de pesos para su operación, según el Presupuesto federal de 2024.
RSV