La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) solicitó a las autoridades garantizar el tránsito seguro en carreteras del país, tras condenar el asalto masivo en la Autopista Puebla-Orizaba del que fue víctima el Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes.
Autoridades eclesiales de Veracruz y la vocería de la Diócesis de Orizaba confirmaron el viernes que en el atraco a automovilistas en la vía de los límites de Puebla, con Veracruz, Monseñor Cervantes y dos sacerdotes más fueron despojados de sus pertenencias, entre ellas de su insignia episcopal.
Ayer, la CEM -que engloba a los obispos mexicanos- manifestó su solidaridad con los prelados y urgió a reforzar la seguridad en carreteras.
“Nos duele profundamente esta situación de inseguridad que se vive todos los días, pedimos a las autoridades de todos los niveles pongan mayor atención y cuidado a un libre y seguro tránsito por las carreteras del país”, propuso.
Al igual que lo hizo la Vocería de la Diócesis de Orizaba lanzaron un llamado para que los delincuentes reflexionen sobre sus actos.
“Pedimos a Dios que toque los corazones de toda la gente que provoca sufrimiento, que el Señor les dé el don de la conversión y como sociedad sigamos trabajando en la reconstrucción de la Paz que tanto anhelamos”, indicó la Conferencia que encabeza el Arzobispo Rogelio Cabrera López.
El titular de la Secretaría de Gobierno de Puebla, Javier Aquino Limón, comentó que en el asalto masivo fueron afectados los pasajeros de siete vehículos, de los que cinco fueron particulares y dos tractocamiones.
RSV