El crimen organizado ha expandido su control en las actividades económicas del país y ahora controla el flujo de mercancías en ciudades de al menos 10 estados.

Transportistas y líderes de cámaras de comercio describieron que las bandas delictivas no solo extorsionan y cobran derecho de piso a las empresas para repartir sus productos, sino que determinan cuáles marcas pueden distribuirse por región y cuáles no.

La delincuencia bloquea el paso a unidades de reparto al momento de la entrega, alcanza a los conductores y con armas de fuego prohíbe la venta de productos o verifica que la unidad no lleve mercancía “prohibida” en la zona.

“Y mediante notificaciones de ‘clientes’ sobre productos vetados, prohíben la comercialización de marcas que no sean las que ellos manejan o las decomisan“, explicó una fuente consultada por Reforma.

Y mediante llamadas telefónicas le advierten a comerciantes que ellos se ha adjudicado el control de la distribución y venta de ciertas mercancías. Operadores y agentes de venta que se oponen sufren agresiones físicas o son privados de su libertad.

Las ciudades donde ejercen control de mercancías son Culiacán, Veracruz, Matamoros, Irapuato, León, Morelia, Guadalajara, Zapopan, Zacatecas, Tijuana, Tepic, Reynosa, Laredo, Teloloapan, Cd. Altamirano y Arcelia.

Pero el problema va creciendo. En Morelos, las tortillerías han decidido bajar sus cortinas ante las extorsiones y los ataques constantes.

En Zinacantepec, Estado de México, se han quedado sin rastros para procesar pollo vivo, debido a las extorsiones de ‘La Familia Michoacana’.

Un problema que se dejó crecer

Miguel López Fiesco, especialista del sector transporte, indicó que el problema comenzó hace cinco años en el Estado de México, pero se ha agravado y se ha extendido a Michoacán, Guerrero y Jalisco.
 
Ahora, dijo, las bandas delictivas deciden horarios, precios y las marcas que se distribuyen, lo que afecta a transportistas y al consumidor final.

Por ejemplo, de los 125 municipios del Estado de México, en 58 se han visto afectados gravemente por la delincuencia desde 2019.

“Por ejemplo, en Toluca se comenzó a limitar la distribución de neumáticos de marcas como Michelin y prosiguieron con algunos otros productos como el dulce, con este último acabaron con esta distribución de dicho producto en los últimos cuatro años”, destacó López Fiesco.

Dijo que otros productos como abarrotes, frutas y verduras, pollo, carne, refacciones automotrices, entre otros, también ven afectada su logística de distribución, en donde las empresas tienen incluso que pagar una comisión de entre dos y hasta 12 por ciento por kilogramo vendido.

“Si no obedeces, advierten: te cierro locales y los quemo”, sostuvo

Dueños de carga y transportistas dieron ejemplos de cómo funciona el robo. En la zona de Tierra Caliente, Guerrero, el crimen organizado les indica a los repartidores en qué puntos de venta pueden dejar o no mercancía.

En Zacatecas, prohíben la venta de ciertos productos de tabaco.

En Acapulco, franeleros que dicen ser parte de grupos delincuenciales solicitan una cuota para permitir realizar maniobras de carga y descarga de mercancías.

En el norte del país, retenes del crimen organizado solicitan cuotas para poder transitar a ciertos municipios para la distribución de mercancías.

RSV

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