Ivonne Cisneros, presidenta de la Comisión de Seguridad Social, reconoció que no hay un estudio actuarial sobre el impacto presupuestal de la reforma a pensiones que se aprobará el lunes en la Cámara de Diputados.
La legisladora reconoció que los diputados van al debate de la reforma sin tener esa información básica, para calcular los miles de millones de pesos que se requieren en el Presupuesto de Egresos de cada año, a fin de cubrir pensiones al 100 por ciento del salario base de cotización de millones de trabajadores.
De acuerdo con la propuesta, se busca crear el llamado Fondo de Pensiones para el Bienestar, que se prevé financiar con recursos del Gobierno y la transferencia del dinero de los trabajadores del sector privado y público, tanto de sus cuentas de ahorro para el retiro y como de financiamiento a la vivienda.
El dinero deberá ser transferido cuando el trabajador cumpla 70 años, para quienes cotizaron en el IMSS, y a los 75 años, para los del sector público.
La reforma precisa que la disposición no será aplicable a los recursos de los trabajadores que tengan empleo.
Según la diputada de Morena, el objetivo de la reforma es disponer, esencialmente, del dinero de los trabajadores fallecidos y que no haya sido reclamado por sus familiares.
Hasta el momento, en Morena no han dicho cuántas cuentas estarían en ese supuesto para conformar el llamado “fondo semilla”.
“No, no hay esa información actuarial, se pidió al Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados. Estamos pretendiendo crear el ‘fondo semilla’ para arrancar esto, muy pronto y con base en la inversión del primer fondo, más recursos remanentes y una buena inversión de Banco de México podremos ir cubriendo esto”, dijo en la legisladora.
Agregó que la información actuarial irá generándose cuando Hacienda constituya el fideicomiso del Fondo de Pensiones para el Bienestar, emita reglas de operación y se forme el Comité Técnico.
Señaló, en el Gobierno y en Morena seguirán analizando cuáles son los “mejores caminos” que se deben adoptar en México para un sistema de pensiones universal, único y de acceso para todos los mexicanos.
El viernes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que habría 41 mil millones de pesos para formar el Fondo de Pensiones para el Bienestar, provenientes de 260 mil cuentas de pensiones no reclamadas por los trabajadores.
En la iniciativa, firmada por Cisneros y el coordinador de Morena, Ignacio Mier, así como en el dictamen aprobado en la Comisión de Seguridad Social, no se precisa cuántas cuentas inactivas se planean tomar para formar el fondo.
Ni cuánto dinero representa disponer de las cuentas inactivas de los trabajadores, que ya hayan cumplido los 70 años y que empezaron a cotizar a partir de julio de 1997, fecha en que comenzó el régimen de cuentas individuales.
Tampoco se precisa a cuántos trabajadores se empezará a beneficiar con tal reforma ni a cuánto asciende el dinero que se necesita para cubrir al 100 por ciento sus pensiones.
El dictamen contiene pocos datos de la situación a futuro de los pensionados en México y cuál sería el impacto de la reforma.
RSV