A pesar de la falta de infraestructura en el País para reforzar el sistema eléctrico y hacer frente a contingencias como los apagones, en este sexenio la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha subejercido los recursos que se le han destinado en el presupuesto de egresos para esa finalidad.
Entre 2019 y 2023, la empresa que dirige Manuel Bartlett tuvo un asignación de presupuesto para inversión por parte de la Secretaría de Hacienda por 202 mil 307 millones de pesos, de los cuales solo ejerció 167 mil 114 millones de pesos.
Sólo en 2023, tuvo presupuesto por 50 mil 644 millones de pesos, de los que ejerció 42 mil 29 millones, lo que implicó un subejercicio del 17 por ciento, de acuerdo con datos de Hacienda y de CFE.
Para este año, la CFE tiene asignados recursos por 54 mil 202 millones de pesos, pero se desconoce cuánto ha utilizado.
En mayo, se han registrado una serie de apagones atribuibles a bajos márgenes de reserva, los cuales están directamente relacionados con infraestructura limitada.
Al respecto, Jorge Cano, investigador del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, aseguró que este sexenio es en el que menos ha invertido la CFE.
Esto se traduce en una menor disponibilidad de infraestructura para atender la demanda de energía creciente y las oportunidades de nuevas inversiones en el País, lo que se contrapone con la ideología de que la CFE es el actor preponderante en el mercado eléctrico.
“No hay una explicación lógica para esta menor inversión de la CFE, especialmente en el contexto político actual en el que se busca que la empresa retome la mayor incidencia en el mercado eléctrico nacional y con una limitación de la participación privada.
“Lo que vemos es la inversión total de la CFE ha sido de las peores en los últimos sexenios, lo cual es totalmente contradictorio con estas ambiciones de convertir a la empresa pública en el principal productor de electricidad en México”, puntualizó.
Al preguntar de qué manera influye el uso de fideicomisos en el desarrollo de nuevos proyectos y de qué manera se contabilizan en los niveles de inversión, dijo que es difícil saberlo por su operación poco transparente.
Señaló que su uso limita la rendición de cuentas y transferencias del ejercicio del gasto.
“Generan una distorsión en el tema presupuestario, pues sí es un tema que se tiene que solucionar para hacer una mejor evaluación, sin duda es totalmente opaco porque no se ofrece la información desagregada de en qué se gasta”, dijo.
“En el peor de los casos se pueden prestar también a simulaciones contables”.
HLL