Ciudad de México.– En menos de una semana, el dirigente tricolor Alejandro “Alito” Moreno modificó los estatutos para poder reelegirse por ocho años más al frente del partido, definió que la elección corra por cuenta de un Consejo Político a modo y tuvo tiempo para amenazar con la expulsión de sus críticos.
Pese a las impugnaciones que ha provocado su actuar, el líder priista aplanó el camino para su reelección en el cargo y hasta el momento no se vislumbra ningún obstáculo que lo impida.
El domingo 7 de julio, logró la aprobación de la reforma a los estatutos que le permitirán reelegirse hasta por ocho años más, con una Asamblea Nacional a su favor, aunque con delegados priistas inconformes al interior y al exterior del recinto.
Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas durarán en su función cuatro años, y podrán ser las electas hasta por tres periodos consecutivos. “
“Las personas actualmente titulares de la presidencia y la secretaría general podrán participar en el proceso de renovación, considerándose su elección inmediata anterior, como la primera de las que prevé el citado precepto”, indica la reforma aprobada el domingo.
El miércoles 10 de julio, el dirigente tricolor consiguió que la reelección de su dirigencia por cuatro años más sea mediante el voto de los integrantes del Consejo Político Nacional, un órgano que en este momento está modo de “Alito”.
Dicho organismo está conformado por la cúpula del partido, legisladores y representantes de sectores y organizaciones.
Hace 5 años, “Alito” fue electo con voto directo de militantes, apoyado por la cúpula partidista afín al expresidente Enrique Peña. Ahora que domina los órganos partidistas, “Alito” buscará la reelección con una votación entre “cuates”.
Durante todo el proceso, “Alito” Moreno ha estado arropado por legisladores con quienes ha hecho mancuerna para modificar los documentos, y líderes locales e integrantes de cúpula tricolor que tienen posiciones aseguradas en el Congreso.
El jueves 11 de julio, ex presidentes nacionales del PRI impugnaron ante el Tribunal Electoral la Asamblea Nacional del partido, donde se avaló la reelección de Alejandro “Alito” Moreno hasta por ocho años más. La intención es que los Magistrados electoral invaliden las reformas aprobadas en dicha asamblea.
El recurso está firmado por los ex dirigentes tricolores Dulce María Sauri (1999-2002), Pedro Joaquín Coldwell (2011-2012) y Enrique Ochoa (2016-2018), a quienes el dirigente tricolor amenazó con expulsar del partido y exhibir sus malos resultados cuando estuvieron al frente el tricolor.
En el documento se controvierte todo el proceso para validar la reforma: desde los plazos para su análisis, la selección parcial de delegados y la falta de discusión del documento.
Entre las irregularidades documentadas están:
– Violación a la prohibición de realizar reformas estatutarias en un proceso electoral en curso.
– Incompetencia del CEN del PRI para emitir el Reglamento de integración de la Asamblea Nacional, tarea que corresponde al Consejo Político Nacional.
– El plazo de 30 días, entre la emisión de la convocatoria y la Asamblea Nacional, fue insuficiente.
– Los Delegados no tuvieron un plazo razonable para deliberar las iniciativas sometidas a discusión.
El juicio para la protección de los derechos del ciudadano fue presentado ante la Sala Superior del Tribunal Electoral y turnado para su análisis y propuesta de resolución al Magistrado Reyes Rodríguez.
JJJC