Aunque Pemex presume que ha incorporado 54 nuevos campos petroleros al primer trimestre del año, ello no se refleja en un aumento de su producción.

Según la presentación que la petrolera hizo a inversionistas el pasado 26 de julio, del 2019 al cierre del segundo trimestre de 2024 se han desarrollado 54 nuevos campos con los que se han incorporado 560 mil barriles diarios de hidrocarburos líquidos.

Sin embargo, estos recursos no se reflejan en un incremento en la producción que se reporta mensualmente.

Cifras de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) al mes de junio muestran que la producción de petróleo es de un millón 570 mil barriles diarios, cifra que está muy lejos de la meta de 2 millones de barriles que se contempló al inicio de la Administración.

Lo que Pemex no explica es que los 560 mil barriles es la suma de lo que se incorporó de esos campos, pero que no logró sostenerse en el tiempo porque se terminó el recurso remanente, de acuerdo con una fuente con conocimiento del tema.

Es el caso del campo Hok, que arrancó en febrero de 2020 y para enero de 2022 dejó de registrar producción, pues los recursos posibles de extraer se agotaron, según datos de la CNH.

Lo mismo sucedió con campos como Kuun, que inició en diciembre de 2022 y cuyos recursos se terminaron en julio del 2023.

Otra explicación, de acuerdo con Pablo Zárate, socio de FTI Consulting, es que los campos maduros, de los cuales depende gran parte de la producción petrolera en México, han llegado a tener curvas de declinación más pronunciadas y aceleradas, y los campos nuevos no ayudan a aumentar las cifras, sino a compensar las pérdidas que se registran.

“Por ejemplo, la producción de campos como Cantarell, que ya era poquita, bajó aún más, igual que la de Ku-Maloob-Zaap, que sigue siendo importante (pero) también ha bajado, entonces los nuevos campos sí implican nueva producción, pero cuando se considera el factor de declinación de los otros, pues lo que hacen es sustituirla y dejarnos el mismo sitio”, explicó.

Es por eso que reiteró la importancia de realizar inversiones extraordinarias para contrarrestar las declinaciones naturales de los campos maduros.

Y que a pesar de los esfuerzos de Pemex de incorporar nuevos campos, éstos apenas logran sostener unos meses los niveles de producción.

Adrián Duhalt, investigador no residente del Baker Institute, coincidió que los campos nuevos solo están tratando de estabilizar la producción petrolera en lugar de incrementarla como se pretendía.

La falla está en la falta de inversiones y liquidez por parte de Pemex para realizar más y nueva exploración, además de aumentar las reservas petroleras.

Por ello, destacó la necesidad de permitir que las empresas privadas sumen recursos e inversiones para nueva exploración, aunque eso estará condicionado a los planes del Gobierno y a las condiciones que se les ponga al capital privado para ver si resulta económicamente viable.

HLL

 

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