La presa El Zapotillo vio ayer la luz luego de años de conflicto social, diferencias técnicas y políticas, así como desafíos arquitectónicos y de ingeniería civil.
Esta magna obra, que dará 3 metros cúbicos por segundo de agua a la Zona Metropolitana de Guadalajara, fue inaugurada por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, en un acto que se llevó a cabo en el poblado de Temacapulín.
El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco, Luis Barboza Niño, informó que autoridades invitaron a su gremio a conocer el sistema El Zapotillo-El Salto-La Red-Calderón, pero lamentó que no hayan invitado a sus compañeros para dar seguimiento a la obra.
“Tenemos la promesa de visitar el sistema de presas, ahora que se ponga en marcha el fin de semana El Zapotillo para abastecer El Salto y luego Calderón y a su vez la Ciudad, vamos a poder visitar las obras“, dijo el líder de los ingenieros civiles.
“Yo esperaría que nos hubieran invitado, y esto tiene que ver con el Gobierno federal, durante su ejecución porque la solución que se tomó de las ventanas no es la más viable, hablando de ingeniería, pero bueno, fue la solución que se llevó (a cabo)”.
La construcción de la presa para dotar de agua a León, Guanajuato, y a otras 11 localidades de Los Altos de Jalisco fue anunciada en el año 2005.
Con las obras en el Río Verde se inundarían tres poblados, debido a la altura de la cortina de agua que ascendería a 105 metros, por lo que habitantes de Palmarejo, Acasico y Temacapulín recurrieron a tribunales para intentar revertir la decisión.
El caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en 2013 ésta invalidó el proyecto de elevar la cortina, situación que obligó a frenar las obras.
En 2021, autoridades llegaron a un acuerdo con los inconformes para garantizar que el nivel del agua no suba más allá de 65 metros, evitando la inundación de los poblados.
DMD