En todos los accesos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), los trabajadores del Poder Judicial que se oponen a la reforma a ese sector cantan el Himno Nacional, gritan consignas, exigen que los jueces sean elegidos por examen y no por tómbola y aseguran que si Benito Juárez viviera estaría con su causa.

Desde temprano, los trabajadores ocuparon los accesos en rechazo a la reforma que promueve el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual acaba con la carrera judicial para poner a votación directa los cargos de jueces, magistrados y ministros.

Saltan al ritmo de una batucada mientras corean consignas: “¡El Poder Judicial no va a caer no va a caer!” “¡Reforma judicial, retroceso nacional!” “¡El juez imparcial es de carrera judicial!”. 

Letreros de “Cerrado” fueron pegados en la puerta principal de la sede del máximo tribunal, aunque la del costado se abrió cada a vez que llegó algún Ministro para la sesión de hoy.

Norma Piña, la Presidenta de la Corte, fue la primera en llegar, y después Alfredo Gutiérrez, Juan Luis González Alcántara y Loretta Ortiz, quien ingresó entre gritos de “¡Traidora!”.

En cambio, Javier Láynez, llegó a pie, caminó una calle y saludó a los trabajadores, entre aplausos. 

La Ministra Yasmín Esquivel llegó en una camioneta con vidrios polarizados, sin detenerse, lo mismo que Lenia Batres, quien entró en medio de gritos de “¡Que se baje!”.

“La justicia popular, crucificó a Cristo y liberó a Barrabás”, conisgna un cartel blanco en contra de la creencia del Presidente de que el pueblo no se equivoca.

Momentos antes, en su conferencia mañanera López Obrador estimó que la reforma judicial será publicada antes del 30 de septiembre, su último día de Gobierno.

“Lo que tratamos es que esa reforma no pase. Y pues el pie de lucha es aguantar hasta donde podamos. Y bueno, le digo, no sólo a los trabajadores del Poder Judicial afectan, sino al servicio público que nosotros brindamos, que en general yo tengo 24 años, le puedo decir que es un servicio de calidad el que brindamos, y pues a partir de las elecciones con jueces que no son de carrera judicial, pues no sabemos qué vaya a pasar, cómo se vaya a manejar al interior del Poder Judicial”, dijo Carlos Martínez Ruiz, secretario del Juzgado Cuarto de Distrito en Naucalpan.

Los ministros ingresan por la Calle Venustiano Carranza y Pino Suárez, pero la manifestación también se mantiene en la puerta principal, ahí el magistrado Bernardo Carmona León advirtió sobre la posibilidad de que el Ejecutivo se apodere del único poder que por ahora se mantiene independiente.

“Esta no es una reforma que se requiera en este momento, sino más bien parece un capricho presidencial. Una venganza y un capricho presidencial. Lo fundamental es el trasfondo, ¿no? Para los que conocemos algo de historia, nos damos cuenta que esto mismo ya pasó en Venezuela. Es algo que es lo que más nos afecta. Más que como servidores públicos o por los privilegios que aparentemente tenemos, la afectación es a todo México, a toda la República”, dijo.

“No le tengas miedo a los exámenes”, se leía en una cartulina.

“No sé por qué el Presidente dice que no afecta a los derechos de los trabajadores o por qué asegura que se mejorará la justificamos”, dijo el presidente del Consejo Secretarios y Secretarias de la Suprema Corte, Manuel Baraibar.

“Lo que sí puedo decir es que revisando la reforma, las bases no son viables, no son ejecutables. No son desde el punto de vista de elección por el número de boletas, sino por la capacitación que se requiere. Firmar una orden de aprehensión, firmar una sentencia, no es estampar tinta en un papel. Se necesitan trayectorias, se necesitan muchos elementos que sólo se adquieren con la experiencia”.

La Ministra Margarita Ríos Farjat se bajó de su camioneta una calle antes y entró a la sede de la Corte entre aplausos y gritos de apoyo.

El último Ministro en ingresar, acerca de las 11 horas, fue Alberto Pérez Dayán.

HLL

 

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