Querétaro.- La Fiscalía General de Querétaro cumplimentó órdenes de aprehensión contra dos hombres, de tres que estaban retenidos, por su presunta responsabilidad en la masacre en el Bar “Los Cantaritos”, que dejó un saldo de 10 muertos el pasado 9 de noviembre.
A ambos se les atribuyen los delitos de homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa, por los que, de acuerdo con lo establecido en la ley, podrían alcanzar una pena de hasta 50 años de prisión por cada persona que fue privada de la vida.
En un comunicado, la dependencia detalló las acciones realizadas para esclarecer el hecho.
“Derivado del inicio de los actos de investigación, posterior al hecho en el lugar comercial Los Cantaritos, el personal ministerial, policial y pericial ha trabajado de manera permanente y exhaustiva, como se ha hecho tangible en la realización de 12 diligencias de cateo referentes a esta carpeta de investigación, en los municipios de Querétaro y Corregidora”, explicó.
“La prueba científica realizada en aproximadamente 100 intervenciones periciales, de diversas disciplinas, que han ido desde el procesamiento del lugar del hecho, hasta el análisis de cada uno de los indicios recabados en los sitios intervenidos, ha sido uno de los ejes para sustentar el actuar de esta institución”.
Destacó el trabajo de más de 100 Policías de Investigación del Delito para la obtención de información y el procesamiento de estos datos a través de la Unidad de Análisis.
“Es necesario mencionar que se realizaron más de 60 entrevistas y el análisis de alrededor de 500 horas de video provenientes de más de 50 cámaras de videovigilancia, tanto públicas como privadas”, añadió.
Una de las líneas de investigación más sólidas de la Fiscalía de Querétaro sobre la masacre en el bar “Los Cantaritos” apunta a que el Cártel de Santa Rosa de Lima fue tras Fernando González Núñez, alias “La Flaca”, por el control del huachicol y el tráfico de armas en la región.
González Núñez es identificado como presunto jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que era conocido por presumir en sus redes sociales viajes, lujos, autos y armas largas.
Incluso, el día del ataque publicó una foto en “Los Cantaritos” en la que daba a conocer su ubicación, sitio en el que más tarde fue ejecutado junto con otras 9 personas.
Mantenía, según autoridades, una disputa con el Cártel de Santa Rosa de Lima por los municipios de Querétaro, Corregidora, una parte de Huimilpan, Ezequiel Montes y San Juan del Río en los que quería liderar el huachicol y el tráfico de armas.
HLL