La satisfacción se nota en la sonrisa, cuando habla de su vida Sucel González Ibarra se ilumina, no porque haya sido fácil, sino porque la conserva.
Quienes se han enfrentado a la posibilidad de no respirar son los que entienden el valor de cada inhalación, de cada enojo, de cada alegría, de cada día, esta mujer es una de esas personas, porque vivir es uno de sus principales logros.
Salir y entrar de las salas de oncología, ver crecer a sus hijos mientras la enfermedad la acecha en lo lejano es lo que ha acicateado las ganas de lucha de esta mujer, porque la posibilidad de no ver crecer a sus hijos Ricardo, Débora y Paulina, el amor de su familia y Ricardo, su marido, la llevó a aferrarse y resistir, algo que aún hace mientras busca la alternativa para mejorar las condiciones de vida de otras mujeres.
“Yo le decía a Dios: ‘Si salgo de esta, yo sé que es porque tengo una misión en la vida, Tú dime, ábreme el camino’; entonces me invitaron a participar en el Instituto de la Mujer Irapuatense, lo único que pude fue agradecer y decir que tengo una misión”, expresó emocionada González Ibarra.
Dar vida, es lo que hermana a las mujeres, la posibilidad de ser madre y aprender del propio cuerpo, vencer los límites del dolor al dar a luz, tener en los brazos la concreción de proyectos y sueños, es un milagro que sólo se entiende completamente una vez que se experimentó, también se comprende la responsabilidad y la lucha que ahí comienza, eso es lo que aprendió siendo parte de “La Liga de la Leche”.
Luego de pertenecer durante 12 años a la Liga, González Ibarra postuló para ocupar el cargo de directora del Instituto de la Mujer Irapuatense (Inmira), participó junto con otras 3 mujeres, a ella le fue otorgado el puesto, logro que trajo tanto alegría como nuevos retos a la vida de la mujer que ha enfrentado retos difíciles en su vida.
“El hecho de haber pertenecido a una asociación internacional de mujeres para mujeres y para familias fue lo que me dio la oportunidad de estar aquí, el hecho de trabajar para ellas por el simple hecho de que yo lo viví me enseñó mucho”, comentó González Ibarra.
En los 3 meses que lleva al frente de Inmira su panorama ha cambiado, aunque se ha mantenido en una perspectiva de género desde hace más de una década, se debe aprender la forma particular de cada espacio, conocer bien a bien qué es lo que se pretende lograr con las mujeres irapuatenses.
“Quiero trabajar para las mujeres, trabajar para las familias, porque mientras una mujer esté bien, siendo soltera, o siendo casada, o estando en la situación en que se encuentre, si la mujer es feliz, la sociedad va a ser feliz”, dijo González Ibarra.
Lo más importante para Sucel González es no perder la esencia, mantenerse en los valores y las convicciones, guardar un equilibrio con los demás ámbitos de la vida, no dejar de ser compañera, esposa, madre, amiga, hija, por ser directora o activista en defensa de las mujeres.
Contribuir a que las situaciones culturales cambien, sean incluyentes y que la política pública tenga una perspectiva de género es el fin que esta mujer persigue y por lo que está dispuesta a trabajar, es por esto que cada día para ella es un Día de la Mujer, porque en lo cotidiano lucha por ellas, porque algún día se vean individuos capaces, ya no géneros o razas y donde las mujeres sean reconocidas por sus capacidades, conocimientos y su aportación para lograr familias unidas.