El Rally se habla en francés

Sebastien Ogier es capaz, desde su posición de líder, de sobreponerse a todo en el Rally México 2013, con la tranquilidad de quien se sabe ‘el mandón’.

Ataques rivales, tramos de 40 kilómetros de largo, y como colmo, una puerta cerrada en plena ruta.

El equipo Volkswagen está a punto de conseguir su segundo triunfo del año, gracias a la conducción segura y ahora serena de Ogier. Ésta se ha complementado con la confiabilidad del VW Polo y el equipo. Los equipos perseguidores Ford y Citroën han tenido descomposturas que los han marginado a competir por el segundo puesto.

En la jornada de cierre de hoy, Ogier se enfrentará a dos tramos de terracería, y una súper especial en el Autódromo, con la tarea casi resuelta para convertirse en el sucesor de Sebastien Loeb, como titular de la hegemonía francesa establecida en México desde 2006.

80.4Kilómetros de tramos cronometrados los que se corren hoy en el cuarto y último día del Rally México 2013.

Ciudad por 40 horas

Comunidades del estado se abarrotan y benefician por el Rally México, aunque sea por un par de días

El municipio 47 de Guanajuato tiene tiendas, restaurantes, antros, amplios estacionamientos, seguridad pública, internet y hasta una capilla.

Cada marzo, Ciudad Zarca nace y muere en unas 40 horas. Es lo que tardan los comerciantes en instalarse en el cerro, los fanáticos en poblar las laderas y los autos del Rally en pasar.

A 30 minutos del Zoológico de León, la comunidad de Agua Zarca toma vida en la tarde del viernes, cuando el Rally ya ruge en otros tramos cronometrados.

“Cuando llegamos, a las 4 de la tarde (del viernes 8), está casi vacío, pero luego esto se pone bueno”, dice Silvano López, quien cada marzo instala un puesto de comida y cerca su terreno para cobrar 50 pesos de estacionamiento.

Por la noche, miles de aficionados iluminan Agua Zarca con las luces de sus autos. Silvano los recibe y les busca un lugar para acampar en alguna ladera.

“Muchos hacen fiesta toda la noche… aquí el que quiere, no se aburre”, añade mientras desempolva su camisa roja a cuadros. Su familia posee un rancho en la zona y cada semana deja su casa, en la colonia La Selva, para atender la siembra de maíz.

Para cuando llega el sol del sábado, el camino es la avenida principal de Ciudad Zarca.

Habitada temporalmente miles de personas, la nueva comunidad tiene una docena de tiendas de abarrotes, un antro formado por cuatro bocinas y música, además de casi 30 puestos de comida.

Existe desde el comal para quesadillas, hasta el bar a la carta. Ahí, Raúl Ávila sólo se quita el moño y el chaleco para dormir. Desde hace tres años, es contratado como mesero y aunque las propinas son pequeñas, al menos se divierte. “Lo mejor es que aquí toda la gente viene a divertirse”, dice justo cuando uno de los autos salta en el brinco convertido en la mayor atracción.

En ese momento, un aficionado le compra un six de cerveza en 150 pesos y le da 10 como propina. “No son las mejores propinas, pero el negocio va bien”, añade con una sonrisa bonachona.

Eso sí, pocas zonas de Ciudad Zarca son baratas. El ingeniero Guadalupe Aguilar, por ejemplo, cobra 100 pesos a quienes acampan en su terreno, a seis metros del espectacular brinco, y baja la tarifa a 50 para los que sólo estén un par de horas. A eso hay que sumar 10 pesos por entrar al baño o 30 por un litro de agua.

Tremendas ganancias

Las ganancias de esta microindustria turística se multiplican. A cambio, 450 elementos de seguridad vigilan día y noche.

Pocas veces debe usar su arma larga para intimidar a quienes pasan del relajo a la falta de respeto. En este 2013 los borrachos, que se cuentan por decenas, se limitan a tomar vino y cerveza por 24 horas, pero no le generan problemas a la autoridad.

“Con la venta de cerveza y de comida, nos ganamos hasta 600 pesos en un día o un poquito más”, dice Silvano López, que no ha dejado de alimentar el fuego con el que su esposa prepara las quesadillas para vender.

Así es Ciudad Zarca, la comunidad que hoy, tras su segunda y última jornada de Rally, desaparecerá con el mismo polvo que la creó. “Y si hay problemas, siempre le queda a uno rezar, que para eso están las veladoras. Gracias a Dios, aquí es una ciudad pero nada más sirve para venirse a divertir”, remata Celia Andrade, que cada año acompaña con la casa de campaña.

‘Inunda’aficiónlos tramos

En el tercer día de competencia del Rally México, la gente se desbordó en los diferentes espacios de la montaña para encontrar el mejor lugar y disfrutar del paso de los infernales bólidos en la tercera fecha del Campeonato Mundial.

En la parte conocida como El Gigante, aficionados acudieron ayer por la mañana para observar lo más cerca posible el paso de sus pilotos favoritos en Ibarrilla; hubo familias que se quedaron acampar desde el viernes, sin importarles el frío.

Pasadas de las 9 de la mañana se vio el primer competidor, el ruso Evgeny Novikov, quien venía bajando la loma de este sitio, de ahí continuó la caravana de pilotos; sin embargo, el mexicano Benito Guerra con su Citroën DS3 se llevó la ovación del público.

También estuvieron a la espera de Jari-Matti Latvala, quien pasó como de rayo, la mayoría de los presentes querían la mejor toma en sus celulares y cámaras de los autos de Sebastien Ogier, Mikko Hirvonen, Mads Ostberg, Dani Sordo o Ken Block, sin importarles los baños de tierra que dejaban los competidores.

En la segunda vuelta mucha gente corrió la voz del abandono de Ostberg, y el retraso de Thierry Neuville, los seguidores mostraron descontento, otros celebraron la segunda posición de Hirvonen, además del liderato de Ogier.

En este lugar se concentraron personas de varios estados del País como el DF, Estado de México, Jalisco, Guanajuato; además de extranjeros de Costa Rica, Estados Unidos, Canadá y Francia, Suecia; con un mismo propósito, ver pasar a sus pilotos favoritos.

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