El mensaje fue claro y categórico para Argentina, que viene reclamando sus derechos de soberanía sobre las islas Malvinas desde 1833. Por abrumadora mayoría, los habitantes del disputado archipiélago expresaron en un referendo su deseo de seguir siendo un territorio de ultramar de Gran Bretaña.
Durante los dos días en que duró la consulta popular no vinculante, el ambiente fue festivo en las islas, y un 80% de los mil 672 electores acudió a los cuatro centros de votación para emitir su opinión ante la pregunta ¿Desea que las Islas Falkland retengan su actual estatus político como territorio de ultramar de Gran Bretaña?. El “Sí” ganó por 98.8%.
“Los argentinos deben respetar el principio de autodeterminación y qué mejor ejemplo de ello que el hecho de que los isleños puedan expresarse a través de un referendo”, resaltó desde Londres la oficina de prensa del primer ministro, David Cameron, en una nota, y señaló que el resultado sería analizado por el Parlamento.
Las autoridades argentinas consideran que el referendo carece de valor, lo denunciaron como ilegal, y destacaron que no fue apoyado por Naciones Unidas, donde año tras año desde 1965 Argentina recibe el apoyo del Comité de Descolonización que exhorta a Londres y Buenos Aires a sentarse a discutir el tema de la soberanía sobre las islas y hallar una solución pacífica.
En 1982, la dictadura militar argentina intentó recuperar las islas mediante una guerra, que terminó en un fracaso total, en el que perdieron la vida 649 soldados argentinos y 255 británicos.
Para el Gobierno argentino, que durante la Administración de Cristina Fernández de Kirchner ha aumentado el tono de sus demandas, los isleños no deben ser tomados en cuenta a la hora de decidir el futuro del archipiélago porque se trata de una colonia de británicos implantada allí por la fuerza.

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