El obispo de la Diócesis de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia, pidió a los católicos e incluso a los medios de comunicación no poner etiquetas al nuevo Papa Francisco.
Castillo puso como ejemplo lo ocurrido con Benedicto XVI, quien desde un principio, dijo, fue calificado de estricto, lo que consideró generó una imagen negativa ante los católicos.
“Nos da gusto porque ya hay Papa y esperamos que la Iglesia siga adelante con ese entusiasmo. Los católicos lo deben tomar con mucha fe, con mucha alegría y dispuestos a vivir la unidad de la Iglesia bajo la dirección, la cabeza de Cristo en el Papa”, expresó.
“Él representa a Cristo que nos une en toda la Iglesia, que con mucha fe lo recibamos, poco a poco lo iremos conociendo, que no se etiquete como cuando Benedicto entró había una etiqueta negativa que los medios le habían hecho de muy duro, es que no puede ser flexible en lo que no debe ser flexible, pero él siempre fue una persona muy sencilla, yo recuerdo mi primer experiencia con el Papa Benedicto, es un amor, tenía la fama de duro pero son etiquetas, entonces tengamos confianza y recibamos al Papa con fe y le demos tiempo también de guiar la Iglesia y que no vayan a empezar a decir que tiene estos defectos o tiene aquellos”, agregó.
El Obispo además recalcó que recibir una encomienda del tamaño de ser el líder de todos los católicos del mundo, debió tener un alto impacto emocional en Jorge Mario Bergoglio.
“Es un impacto muy fuerte, se le viene el mundo encima, esos cargos sólo desde la fe se pueden aceptar; no es sencillo ni ser Obispo verdad, yo recuerdo que cuando me nombraron Obispo pasé muchas noches sin dormir, imagínate el que va despuntando en las elecciones se va poniendo nervioso”.
El reto más grande, anotó, es dirigir a una Iglesia en donde hace falta más fe, en donde los católicos vivan realmente como cristianos.
“Una sociedad que se dice mayoritariamente católica y cristiana, sigue siendo más del 90% cristiana, somos católicos un 84%, según el INEGI, pero también los protestantes son cristianos y sin embargo tenemos una sociedad tan llena de problemas que chocan con la fe cristiana porque la gente anda metida en el narco y matando gente y muchos de ellos se dicen cristianos cuando la verdad es que no son cristianos, ese es el gran problema, una fe viva que tenga incidencia en nuestra vida”, apuntó el Obispo.
También tendrá que ser, dijo, un Papa viajero porque ya demostró Juan Pablo II y al final Benedicto XVI que esa cercanía contagia. Además expresó que fue precisamente un viaje el que hizo meditar a Benedicto en dejar el Pontificado.
“La raíz de su renuncia tiene que ver de ver el gran papel y trabajo que hizo Juan Pablo II, que pudo viajar mucho, él comenzó más o menos a la edad en que terminaba Juan Pablo II, le impidieron hacer muchos viajes, él pudo haber venido hace tres años a México, estaba comprometido y no vino porque los médicos no lo dejaron, viene y descubre el valor de estar con la gente aquí en León y también su imposibilidad de hacerlo, aquí mismo tuvo una caída, y se cayó pero no se dijo, pero su paso era muy inseguro y decir todo esto se va a perder porque no puedo, en Cuba fue otro tanto, él tenía que venir a Brasil al encuentro de jóvenes y no iba a poder venir.
“Entonces creo que sí va a ser un reto visitar como Juan Pablo II, tiene que ser con más energía y a Benedicto no le daban permiso de viajar, fue extraordinario que viniera aquí, los viajes que había hecho en el continente, o si acaso menores, cercanos, África, pero no muy retirados. Yo pienso que sí va a ser un Papa viajero, ya después de la experiencia de Juan Pablo II tendrá que ser un Papa que participe más directamente, estando más porque el Papa Juan Pablo II hizo mucho bien con sus viajes, mucho bien, también los que hizo Benedicto fueron muy fructuosos, hasta Pío XII estuvo encerrado, fue Juan XXIII el primero que se escapó, ya Pablo VI empezaba y fue Juan Pablo II el que abrió esa experiencia, pienso que en delante los Papas van a tener esa experiencia”.
Pero el sucesor de San Pedro expuso tendrá también el reto de evangelizar con el uso de las nuevas tecnologías.
“Vivimos épocas nuevas, donde los viajes son muy normales, también en el internet y todos los beneficios de comunicaciones, Benedicto ya lo tuvo, tendrá que ser un Papa muy metido en los medios porque son las nuevas formas de evangelizar”, concluyó.

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