Familiares, amigos y vecinos de la niña María Guadalupe Urbina Soto, de 8 años, se manifestaron ayer afuera de la Presidencia para acusar el nulo apoyo que recibieron de la Policía por la desaparición de la niña.
En la manifestación la mamá de la niña, María Josefina Soto Hernández, pidió a la alcaldesa Bárbara Botello que la ayude a localizar a su hija con vida.
De acuerdo a los familiares, cuando Lupita desapareció se encontraba jugando en el patio de la vecindad donde vive con su mamá y sus dos hermanos, en la calle Virgina Vázquez de la colonia Los Olivos.
Si bien la vecindad está catalogada como conflictiva, como ellos mismos aceptaron, los inconformes se dijeron también víctimas de discriminación de la Policía.
Alrededor de las 5 de la tarde del sábado los familiares se percataron que Lupita no estaba y acudieron a la comandancia de Policía de Los Olivos, pero los elementos les dijeron que no era de su competencia y que tenían que esperar 72 horas para hacer la denuncia penal.
“Nos dijeron que tenían que pasar 70 y tantas horas para hacernos caso y le dije al policía ‘pero si es una niña, no es un adulto’, y me dijo ‘ese ya no es mi pedo’, dijo José Salomón Soto Hernández, hermano de la mamá y tío de Lupita.
Con gran preocupación y sin el apoyo de la Policía, ese día unas 40 personas entre familiares, vecinos, amigos y hasta pandilleros recorrieron toda la colonia hasta entrada la madrugada buscando a la niña, pero no dieron con ella.
Acusaron a un tío paterno de Lupita, quien supuestamente amenazó a la mamá con que si veía a la niña “mugrosa y despeinada” se la iba a quitar.
La mamá de Lupita es jefa de familia. Trabaja dos veces por semana como empleada doméstica y recibe por día unos 150 pesos. Su esposo vive en Estados Unidos desde hace 11 años. En contadas ocasiones ha regresado a México y hace unos meses dejó de enviarle ayuda a su mujer para la manutención de sus hijos.
“A quien tenga a mi bebé que me la regrese por favor, que se compadezcan de esta madre que ya no puede más, se llevaron un pedazo de mi vida, yo nada más les pido que me la entreguen”, imploró Josefina.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *