Venció en cuartos a Federer (6-4 y 6-2), su némesis, y ayer al checo Tomas Berdych (6-4 y 7-5) en las semifinales.
Lo importante, sin embargo, no está por delante, sino por detrás. Cuando Nadal termine su participación sobre el torneo californiano, subrayará dos datos por encima de todo: que ya puede someter su rodilla a la tortura de jugar dos días seguidos sobre cemento, y que su movilidad reducida le está transformando en el tenista que quería y no lograba ser, valiéndose de su movilidad.
Faltando aún ponerse a prueba contra Novak Djokovic o Andy Murray, los dominadores más recientes de los Grand Slam, el mallorquín ha descubierto una nueva opción: la falta de velocidad le ha mejorado el revés casi por obligación.
Rafa transforma su revés
Es la metamorfosis de un campeón. Rafael Nadal está en la final del Masters 1000 de Indian Wells, su primer torneo de cemento después de siete meses l