Los católicos recibieron con júbilo a Monseñor Alfonso Cortés Contreras, quien se convirtió ayer en el segundo Arzobispo de León.
Desde su llegada al Aeropuerto Internacional de Guanajuato, fue sorprendido por cientos de fieles y alumnos de colegios católicos, quienes al paso de su camioneta mostraron globos en color blanco y amarillo.
Las vallas se aparecieron hasta su llegada al Poliforum, en donde encabezó una misa multitudinaria, acompañado de obispos y sacerdotes de varios puntos del País.
Ahí, recibió de manos del Nuncio Apostólico Christophe Pierre, la bula que el Papa emitió con su nombramiento como jerarca de la Arquidiócesis.
“Yo quiero hacer dos cosas: servir y ser un factor de unidad en esta Arquidiócesis”, dijo emocionado Monseñor Cortés Contreras.
“Es un orgullo iniciar mi servicio ante ustedes en el Año de la Fe, en el comienzo del ministerio de Su Santidad el Papa Francisco”, agregó.
El Arzobispo Emérito de León, José Guadalupe Martín Rábago, le dio la bienvenida y resaltó que su sucesor haya elegido el cordero como su escudo Arzobispal; símbolo de la fe y el sacrificio que sin duda marcarán su pastoral.
El nuevo Arzobispo saludó a los presbíteros, religiosos y religiosas, seminaristas y fieles laicos quienes acudieron a la misa de Poliforum, así como grupos de invitados de Cuernavaca y de Monterrey, Nuevo León.
También ofreció su colaboración a las autoridades civiles para el bien de la ciudad y del estado. Pero resaltó la urgencia de “ayudar a restablecer la justicia social, en la caridad y promover la educación, y la cultura entre muchas otras tareas”.
Cortés Contreras se encomendó a la Virgen de la Luz, patrona de la ciudad, para que lo “ayude a cumplir esta vocación y misión”.

Inicia con esperanza

Con júbilo y esperanza inició su ministerio arzobispal Monseñor Alfonso Cortés Contreras.
Ayer al mediodía en el Poliforum, ante la presencia del Nuncio Apostólico, Christophe Pierre; el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Carlos Aguiar Retes; el Arzobispo Emérito, José Guadalupe Martín Rábago; 30 obispos y cerca de 8 mil feligreses, tomó posesión de su cargo.
Cortés Contreras fue nombrado segundo Arzobispo de León el pasado 22 de diciembre por el Papa Benedicto XVI.
Una ceremonia litúrgica que duró cerca de tres horas y que fue encabezada por el Arzobispo Emérito José Guadalupe Martín Rábago y ante la presencia de poco más de 500 sacerdotes, que iniciaron la ceremonia eucarística con una gran procesión.
La bienvenida
El Arzobispo Emérito José Guadalupe Martín Rábago dirigió unas palabras de bienvenida.
“Me vas a disculpar que te tutee, pero nos hemos tratado siempre con confianza”, fueron las primeras palabras de Monseñor hacia el nuevo Prelado.
“Ya ha podido captar, en el camino (del Aeropuerto a León) del entusiasmo delirante de esta comunidad diocesana, que desde la fe te recibe con la seguridad de que en ti tendrá la presencia de Cristo, el buen Pastor”, señaló.
Agregó que la Diócesis de León es una comunidad comprometida con el caminar del mundo.
“Pero también es una comunidad que demanda un trabajo arduo para ser impulsada con decisión por los nuevos caminos de la evangelización”, comentó.
Agregó que el cargo de Arzobispo es sumamente complejo y debe estar preparado para los desafíos del mundo de hoy.
“Frente a las crisis internas y los retos que brotan de un mundo injusto y violento, los obispos debemos descartar de nuestro ministerio la angustia, el miedo y el pesimismo, y estar decidido a velar por la verdad y la justicia”.
Luego de la bienvenida el padre Pascual López Márquez, canciller de la Diócesis de León, leyó la bula o documento en el que el Papa Benedicto XVI dio a conocer el nombramiento del nuevo Arzobispo.
La bula fue presentada al Nuncio Apostólico y a los demás obispos, al Colegio de Consultores y a toda la asamblea.
Luego se hizo entrega al Nuncio del documento del nuevo Arzobispo y al término de la lectura la asamblea dio gracias a Dios.
Posteriormente, Alfonso Cortés Contreras se arrodilló para la ceremonia de profesión de fe y juramento de nuevo Arzobispo.
El juramento
El nuevo Arzobispo hizo juramento de fidelidad a la Santa Iglesia y la Santa Sede. “Formaré la disciplina común de la Iglesia, así como la observancia de todas las leyes eclesiásticas, en primer lugar de aquellas contenidas en el Código de Derecho Canónico.
“Me mantendré vigilante para que no se introduzcan malos usos, especialmente en la predicación de la palabra y en la celebración de los sacramentos”, dijo en el juramento.
Posteriormente, se llevó a cabo la renovación de promesas episcopales por parte de los sacerdotes que lo acompañaban.
Después el Nuncio Apostólico, Christophe Pierre, llevó a cabo la renovación episcopal al Arzobispo.
El Nuncio Apostólico colocó al nuevo Monseñor en la cátedra (la silla o trono que era ocupado por Martín Rábago hasta ese momento) e hizo entrega del báculo y la mitra.
Acto seguido vinieron las felicitaciones de obispos para Cortés Contreras.
El nuevo Arzobispo de León llevó a cabo la promesa de obediencia del clero, para luego iniciar la liturgia de la palabra.

Ofrece colaboración

Al  iniciar su ministerio como segundo Arzobispo de la Arquidiócesis de León, Monseñor Alfonso Cortés Contreras dijo que viene a servir y a continuar la labor pastoral de su antecesor José Guadalupe Martín Rábago, a quien hizo un reconocimiento público por su labor pastoral a lo largo de 17 años.
“Gracias, señor. Esta Arquidiócesis sigue siendo su casa. Dios lo bendiga”, expresó.
Destacó que el Arzobispo Emérito dio testimonio y ejemplo para conducir la Diócesis.
Llorando, reconoció que se conmovió al recibir la noticia de que era su sucesor.
Dirigiéndose a Martín Rábago, aseguró que estaba tan conmovido como el día en que le impuso las manos en el inicio de su ministerio episcopal.
También dirigió un mensaje al Obispo Auxiliar Juan Frausto Pallares, a quien le ofreció su total confianza y amistad.
“Desde ahora le pido y le agradezco que me ayude a llevar la Cruz Pastoral de nuestro Señor Jesucristo para formar y guiar a esta Iglesia”, señaló.
El nuevo Arzobispo de León saludó a los presbíteros, religiosos, seminaristas y fieles laicos.
“Los invito a que en comunión sirvamos en esta Iglesia el ejemplo de Cristo Señor; ustedes hermanos son mis necesarios y queridos colaboradores. Estoy a sus órdenes y vengo a servirles”, añadió.
Ofreció su colaboración a las autoridades civiles para el bien de la ciudad y del estado.
También exhortó a aumentar la fe  para “ayudar a restablecer la justicia social, en la caridad y promover la educación, la cultura, entre muchas otras tareas”.
“Todo esto exige de nosotros una vida digna e irreprochable; voluntad de comunidad eclesial y cultura del esfuerzo, y será realidad, como dijo el Papa Francisco, cuando tengamos el coraje de caminar ante el Señor”, manifestó.

CRÓNICA. Aflora emotividad

La gran solemnidad de un acto que los leoneses no presenciaban desde 1995, el colorido procesional de fieles con banderas y medallas propio de una fiesta patronal y la logística de un gran evento masivo, se fundieron en el acontecimiento.
De las 15 mil personas esperadas para la solemne ceremonia, habrán llegado dos tercios, pues cerca de 5 mil sillas quedaron vacías en el sector norte del salón dispuesto para el evento.
Salvo la alcaldesa Bárbara Botello y el gobernador Miguel Márquez, pocos políticos se veían antes de iniciar la ceremonia por la sección de invitados especiales.
El acto mismo fue un rasgo diferenciador en el inicio de ministerio de Alfonso Cortés Contreras, comparado con el que José Guadalupe Martín Rábago comenzó hace casi 18 años. Aquella ceremonia fue la última del día, en el Estadio León y al aire libre. Esta, la primera y en cubierto.
La solemnidad, esa sí, fue la misma: un concierto de convenciones que abarcaron desde la lectura de la bula con que Benedicto XVI nombró al segundo Arzobispo de León, hasta la entrega del báculo y mitra al monseñor.
La emotividad afloró en dos momentos puntuales: cuando Martín Rábago dio el mensaje de bienvenida a su sucesor, y cuando éste le hizo un reconocimiento a su labor pastoral.
“Es necesario expresarle que desde que recibí la noticia de que le sucedería en la Arquidiócesis, estoy tan conmovido como el día en que me impuso las manos en mi ordenación episcopal en Monterrey”, dijo el nuevo Arzobispo.

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