Nadie, obviamente, negó la importancia de luchar a favor de los derechos humanos. El problema del debate fue cómo financiar a las relatorías y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que, a través de los años, se ha ganado algunos enemigos en América Latina.
El canciller argentino Héctor Timerman habló con franqueza ayer, durante la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos en Washington.
“Veo que hay más países que se alejan de la Comisión, en lugar de acercarse. Lamento eso. No le echo la culpa a nadie”, dijo Timerman. “Es importante fortalecer un organismo como la CIDH. Ahora estamos en democracia pero si alguna vez hay alguna dictadura va a ser importante tenerla”.
Tras cinco horas de debate, la OEA aún negociaba cómo adoptar una resolución final de siete puntos, resultado de largos meses de negociación para llevar a cabo la reforma de la CIDH. La Comisión emite medidas cautelares para prevenir daños irreparables a personas en situaciones de gravedad y urgencia.
Activistas y grupos de derechos humanos ven detrás de los esfuerzos de reforma y cambios de financiamiento un intento de debilitar a la CIDH y las relatorías, sobre todo la de la Libertad de Expresión, que depende de fondos externos. La resolución de siete puntos promueve, entre otras cosas, que sean los estados miembros de la OEA los que financien a la CIDH y las relatorías. Hasta que eso ocurra, se permite que estados observadores y otras instituciones fuera de la OEA continúen financiando los organismos “preferentemente sin fines específicos”.
Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Venezuela alargaron el debate.
Pidieron ayer proseguir con la reforma de la CIDH, luego que el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño declaró en un agresivo discurso que el sistema está en crisis, dominado por la presión de los medios de comunicación y enfocado en favorecer a la relatoría de la libertad de expresión.
El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, también fue crítico, al decir que “estamos en rebelión contra este corrupto y pusilánime Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.
Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Venezuela propusieron continuar hablando sobre la reforma en la asamblea general ordinaria de la OEA que se realizará en Guatemala en junio o hacerlo más adelante este año.
Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua critican que la CIDH se financie con fondos externos y acusan a la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de contar con demasiados privilegios en relación a otras relatorías. Otros países, además de grupos sin ánimo de lucro y organizaciones de derechos humanos, consideran estas críticas como intentos de ahogar financieramente a la relatoría y a la CIDH.
EU deja clara su posición
“Restringir las contribuciones o eliminar la posibilidad de financiar actividades específicas de la Comisión viola nuestra promesa de lograr un sistema más fuerte”, dijo William Burns, vicesecretario de Estado estadounidense.

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