Manteniendo la tradición católica, este viernes fueron colocados algunos altares en honor a la Virgen de los Dolores en hogares e iglesias, en donde además se ofreció agua fresca como símbolo de las lágrimas derramadas por la Virgen María ante la cercanía de la crucifixión de Jesús.
La tradición de altares ha  disminuido en los últimos años, aunque en algunos hogares la importancia de colocar uno con todos los elementos tradicionales es sinónimo del inicio de Semana Santa.
En esta ocasión, en el Museo de Arte Sacro se colocó un altar decorado con naranjas agrias representando la amargura sufrida por la Virgen y plantas de germinados que se sembraron el 2 de febrero especialmente para decorar este altar que significan el surgimiento de Jesucristo a la vida pública; así como decenas de veladoras para recordar la presencia de Cristo, además de esferas de cristal.
También se ofreció ayer a los visitantes un vaso de agua, en recuerdo de las lágrimas de la Virgen, ya que según es señalado, el viernes previo a la crucifixión de Jesús, María su madre conoció el destino que presentaría su hijo, siendo tal su dolor que lágrimas de sangre corrieron por su rostro.
Algunas personas señalaron que esta tradición se ha ido perdiendo en Lagos por la falta de valores religiosos inculcados a jóvenes y niños, donde la Semana Santa es vista como días de libertinaje y pocas veces se da la importancia y respeto que se guardaba hace algunos años.

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