Cientos de familias celayenses se dieron cita en los principales templos del centro de la ciudad con el fin de bendecir sus ramos y palmas.
Del parque Alameda partió una procesión presidida por representantes de la iglesia católica y decenas de fieles quienes llamaron también a la conversión y a ser mejores seres humanos en “los tiempos actuales difíciles y de violencia”.
Desde muy temprana hora de ayer domingo arribaron a las principales calles del centro histórico de la ciudad decenas de familias, personas de todas las edades en busca de adquirir su palma para que fueran bendecida en las celebraciones eucarísticas celebradas en los distitntos templos de la ciudad.
“Muchos católicos son de palabra pero no son de acciones, es triste que solo está semana se acuerden que tienen un Dios”.
“Este es un recordatorio más de que todo el tiempo debemos tener presente y orar por nuestra vida, aquí estamos de paso y cuando estamos vivos nos olvidamos de crecer espiritualmente, nos ganan las cosas mundanas, las cosas materiales y no debe ser así, siempre tenemos que estar cerca de Dios, no solo la semana santa”, dijo la señora Margarita Flores, quien era una de las fieles que hacía fila a las afueras del templo de San Agustín ubicado en la calle de Allende en el centro de la ciudad.
Y es que eran decenas de personas que buscaban que fueran bendecidos sus ramos.
A las doce en punto del medio día también se celebró la misa con la que se daría por iniciada el recuerdo de la Pasión de Cristo en el templo de la Catedral ubicado en la calzada Independencia.
Eran muchos los puestos en donde se ofertaban los ramos de palmas de todos tamaños y diseños, hasta con flores de papel picado integradas.
Antes de las doce del día cientos de feligreses católicos se unieron a la procesión que salió del parque Alameda, desde que partieron y hasta el final que culminó con la misa en el templo Catedral, los cantos y las palmas elevadas sobresalían mientras sobresalían los rostros sonrientes de los fieles participantes en la procesión bajo un intenso sol.
“Esta semana Jesús muere y resucita, esperemos que nazca en el corazón de muchas personas que hay que son malas”.
“Hay mucha violencia y más que en ningún otro tiempo ahora y para siempre necesitamos de Dios”, señaló Julio Cesar Morales, quien también se unió al inicio de la celebración de la “Semana Mayor” ayer con el Domingo de Ramos.
Comienza festividad
Cientos de familias celayenses se dieron cita en los principales templos del centro de la ciudad con el fin de bendecir sus ramos y palmas.