Las palmas benditas recuerdan las palmas y ramos de olivo que los habitantes de Jerusalén batían y colocaban al paso de Jesús, cuando lo aclamaban como Rey y como el venido en nombre del Señor.
Estas palmas que se venden afuera de los templos católicos cada Domingo de Ramos, esto significa que con ellas se proclama a Jesús como Rey de Cielos y Tierra, así cómo del corazón de los fieles que asisten a la misa que se ofrece para bendecirlos.
Los ramos de palma están elaborados con manzanilla, laurel y romero, estros ramos son tejidos por las mismas personas que los venden, tradición que pasa de generaciones.
Magdalena Olivo Jiménez viene a Irapuato todos los años, ella instala su pequeño puesto a un costado de la Catedral y junto a sus hijos lleva a cabo esta actividad que significa mucho para ella.
“Yo vengo desde que era niña, con mis papas también vendía y pos ahora estoy aquí con mis hijos, que me acompañan”, comentó Olivo Jiménez, vendedora de ramos de palma.
Para ella el Domingo de Ramos es un día especial, ya que da inicio a la Semana Santa, una de las fiestas religiosas que más disfruta. 
Este año, las palmas se cotizan entre 10 y 25 pesos, la diferencia radica en la dificultad que represente elaborar cada ramo.
Los ramos más sencillos se componen únicamente de la hoja de palma y las ramitas de manzanilla, laurel y romero.
Los ramos más elaborados suelen llevar figuras de Jesús crucificado elaboradas con trigo, este tipo de palmas no los fabrican en el lugar, sino que los preparan desde antes.
También se vendieron ramos típicos de Pátzcuaro, Michoacán.

Simulan el Domingo de Ramos

Para celebrar Domingo de Ramos como en esa época, integrantes del grupo “Pasión de Cristo” del templo parroquial de La Soledad realizaron representación en el momento que iban saliendo del templo de San José, en el Centro Histórico.

Para los católicos el Domingo de Ramos es también un día importante por ser primer día de la Semana Santa, es el día donde se celebran los misterios de salvación realizados por Cristo Jesús en los últimos días desde su entrada triunfal en la ciudad de Jerusalén.
La procesión que suele salir de un templo para finalizar en otro, recibió a la gente que los acompañó cantando, como hicieron los niños de Jerusalén cuando Jesús entró en la ciudad aquel primer Domingo de Ramos para celebrar la Pascua, en un ambiente de gran alegría.
Durante el desfile se representaron los milagros del ciego Bartimeo, pero también el milagro de Centurión y los poseídos.  
“Yo hice la representación de Jesús, 16 años, y ahora estoy dirigiendo aquí, hoy toca representar los milagros de Jesús, algo muy bonito”, comentó acertadamente Juan Cabrera Barbosa, coordinador del grupo.
Este grupo que cuenta con una trayectoria de 25 años, comenzó a ensayar desde el Miércoles de Ceniza, en la Plaza de los Fundadores, de 8 a 9 de la noche.
Algunos de los integrantes ya cuentan con suficiente experiencia para llevar a cabo la representación aunque la mayoría de los integrantes son niños y jóvenes.
Además de estar en el templo de La Soledad, esta congregación también ha participado en el templo de San Juan Bosco, templo de Santa Anita y en el templo del Puente de Guadalupe.
Una de las características especiales del grupo es que cada uno de sus integrantes se prepara con gran dedicación y gran sentir espiritual.
“A la gente que le interesa se acerca y nos va preguntando como hacer para participar, también los integrantes que ya tenemos más tiempo invitamos a nuestros conocidos y familiares”, señaló Rubén Gutiérrez Granados, secretario del grupo.
Después de la representación que circuló por la plaza Miguel Hidalgo y el Jardín Principal, se ofreció una misa en el templo de La Soledad para bendecir los ramos de los fieles que acudieron a presenciar el acto litúrgico.

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