Más de seis años después de la elección de 2006, la junta local del Instituto Federal Electoral envió las boletas electorales de ese año a la capital del país donde se determinará qué hacer con éstas luego de que el Consejo General del IFE aprobara la destrucción de los materiales de las elecciones de 2006 y 2012.
Luego de la polémica elección de 2006 en la que el panista Felipe Calderón resultó electo como presidente, varios actores sociales, periodistas e investigadores de diversas universidades y medios de comunicación, decidieron interponer denuncias para que el IFE abriera los paquetes electorales y se contaran de nueva cuenta todos los votos.
Fue hasta el año pasado cuando se dio el último fallo de los pleitos legales que llegaron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que se determinó que era legal la destrucción de las boletas de aquella elección.
“Ruelas Olvera, explicó que la finalidad de todo este procedimiento es la reducción de los costos de almacenamiento y custodia en las oficinas locales, debido a esto, se llevaron los paquetes con votos válidos, votos nulos, boletas sobrantes y la lista nominal de electores. Tan solo en renta, el instituto pagó un aproximado mensual de 20 mil pesos de 2008 a la fecha”, se lee en el boletín enviado por la junta local del IFE.
En total, se enviaron al DF mil 226 paquetes electorales