Como cada año, don José Ramírez guarda sus herramientas de electricista y fontanero tras el Domingo de Ramos para limpiar su casco de centurión romano, ajustar bien las sandalias e instruir sobre la zona correcta para aplicar un latigazo.
Con ya 22 años en estos menesteres, Don Pepe es el coordinador y el decano de la representación de la Pasión y muerte de Jesús en Chapalita, una colonia de las más concurridas y emblemáticas de la ciudad, y para la que casi medio centenar de personas ultiman detalles.
“Este año hay mucha gente nueva para hacer los papeles de Jesús, Judas, Gestas, Verónica o el Cirineo, pero también hay gente que ha participado por muchos años y continúan. Es una tradición que ya tiene como 45 años”, comenta Ramírez, mientras espera con los muchachos la hora de ir a limpiar el cerro tras el parque de Chapalita que hará las veces de Calvario.
Animados por una tradición que va más allá de lo devocional y se ha transmitido entre generaciones, el Viacrucis de Chapalita comienza a fraguarse desde enero, cuando se lanza la invitación para que los vecinos se integren al equipo que diariamente, de 8 a 10 de la noche, ensaya para una representación muy demandante de casi cuatro horas de duración bajo el sol más candente de la Primavera.
También se encarga cada quien de elaborar su vestuario, aprenderse sus parlamentos y reflexionar sobre el significado del martirio, muerte y resurrección de Jesús. Quien representa al Mesías también debe prepararse para cargar una cruz de más de 70 kilos y los centuriones que lo siguen a él y a los dos ladrones deben afinar la técnica para dar azotes convincentes, pero no graves.
“Ya desde los ensayos son azotes en serio, pero hay que saberlo dar para que todos estén seguros”, explica el mentor.
Para nadie es un secreto la fama de barrio bravo que tiene este rincón de la ciudad. Sin embargo, don José afirma que la tradición del Viacrucis y la gente que participa son vistos con aprecio y respeto. “Todos los chavos nos conocen y se portan de maravilla. Nunca nos han faltado al respeto”, comenta.
Para los involucrados, la representación es un modo de seguir sus creencias religiosas, pero indudablemente también es una oportunidad de convivencia y un gusto aprendido por la cercanía que muchos de ellos han tenido desde chicos.
“Hay muchos niños que se han incorporado porque acompañan a sus papás en los ensayos y poco a poco les nace la inquietud de participar. Uno simplemente los va encaminando y ubicándolos en papeles que puedan hacer. Tenemos como unos 10 niños, y eso es bueno, porque no queremos que esto se acabe”, enfatiza don José.
HABRÁ MÁS DE 50 VIACRUCIS
Más de medio centenar de representaciones del Viacrucis se desarrollarán este Viernes Santo en León, tomando en cuenta que dentro del municipio hay 69 parroquias, entre urbanas y rurales.
La Arquidiócesis de León estima que en cada parroquia se organiza una versión de esta tradicional representación de Semana Santa, lo que duplica el listado que aparece en algunos impresos del programa Vive la Pasión, promovido por la Dirección General de Turismo y el Instituto Cultural de León.
Las más emblemáticas y concurridas son las que se desarrollan en el cerro del Calvario y Chapalita, además de las de barrios tan añejos como San Miguel y El Coecillo.