No solamente miles de ahorradores chipriotas siguieron de cerca las negociaciones del rescate financiero con la troika -Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea-, sino también aquellos criminales que ocultaron su dinero en la isla, como fue el caso de la banda delictiva fundada por el irlandés Christopher “Christy” Kinahan.
Descrita por la Policía española como una de las mayores organizaciones delictivas activas en Europa, el clan de Kinahan utilizó durante años el sistema financiero chipriota para blanquear capitales generados por el tráfico de drogas, de acuerdo con una investigación encabezada en 2010 por la Agencia contra el Crimen Organizado del Reino Unido (SOCA).
El cabecilla de la organización criminal se encuentra en España pagando una condena por lavado de dinero en Bélgica y su caso evidenció las múltiples anomalías del sistema financiero chipriota.
Sin embargo, a partir de mañana, cuando se espera que los bancos reanuden sus actividades, el modus operandi en el paraíso fiscal será distinto, pues a cambio del acuerdo con la troika para implementar el rescate de la economía, el Presidente Nikos Anastasiades aceptó reformar su sistema financiero, incluyendo un aumento del impuesto a las sociedades activas en la isla -hasta ahora de 10%, la tercera parte del que se aplica en países como España-.
Además, los dos mayores bancos serán intervenidos. El Laiki se dividirá entre un banco malo y uno bueno, el primero será liquidado garantizando sólo depósitos de 100 mil euros, mientras que el bueno se integrará al Banco de Chipre.
En este último, a los depósitos de más de 100 mil euros, se le aplicará una quita que se estima sea del 30%.
Hasta antes de la crisis, en la isla operaban 42 bancos, 11 cooperativas de crédito, 77 empresas de inversión, 39 compañías de seguros, 6 instituciones de servicios de transferencia de dinero y cerca de mil 500 intermediarios de seguros.
“Hay una clara falta de recursos para las autoridades de control lo que puede resultar que las inspecciones in situ no se realicen o de manera adecuada”, advirtió el Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF) en su más reciente estudio sobre vulnerabilidades en Chipre ante el blanqueo de capitales.
Pese a las múltiples denuncias sobre las anomalías en el sistema chipriota, Bruselas hizo oídos sordos hasta hace unas semanas, cuando Alemania condicionó el rescate financiero a la limpieza del aparato bancario.
El Gobierno chipriota intentó conservar el status quo desacreditando al alemán y a la troika, pero al final entendió que tenía que elegir entre mantener el paraíso fiscal o evitar el colapso de su economía y, por ende, su salida de la Eurozona.
Llaman a sacar ahorros de bancos
El movimiento de “indignados” 15-M lanzó una campaña en la que exhorta a los ciudadanos a retirar su dinero de los bancos ante el riesgo de que se produzca en España un corralito como en Chipre.
“No des de comer a los culpables (de la crisis)”, señalan en Twitter los “indignados” españoles que utilizan el hashtag #QueNoTeAcorralen.
“A los chipriotas, cuando fueron a sacar su dinero del banco, ya no estaba. Si quieres el tuyo, sácalo ahora”.
Los “indignados” españoles consideran que España puede ser el siguiente país donde se produzca un bloqueo de los ahorros como el que ha sucedido en Chipre, donde la amenaza de la quiebra financiera provocó severas restricciones en los retiros bancarios.
“Si salvan bancos y venden hospitales, no necesitan nuestro dinero, sácalo antes que te lo bloqueen”, recomienda el 15-M, luego de advertir que la troika (Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo) ha usado a Chipre como conejillo de indias.
“Entre conservar o perder el dinero, elijo conservarlo”, aseguran algunos de los internautas que están participando en el debate promovido por los indignados.
El Ministro de Economía, Luis de Guindos, ha descartado que en España, que padece también una grave crisis, se pueda dar una situación parecida al colapso financiero de Chipre, aunque muchos ciudadanos comienzan a temer por sus ahorros.
Todavía está presente en el País el escándalo de las llamadas “preferentes”, productos financieros de alto interés.