Trece policías municipales dados de baja de la corporación se manifestaron ayer en el patio de la Presidencia Municipal.
Con pancartas y acompañados por familiares, quienes con lágrimas demostraron su preocupación, llegaron liderados por la abogada María Dolores García.
Ella se encarga de llevar los casos de los policías que fueron dados de baja por reprobar los exámenes de Control de Confianza.
Desde las 11 de la mañana los elementos se manifestaron para exigir a la alcaldesa Bárbara Botello Santibáñez que les otorgue una liquidación justa de acuerdo al tiempo que trabajaron y que se limpie su imagen pública.
“Nos están suspendiendo, no nos dan el motivo por el cuál nos despiden, únicamente nos dicen que no aprobamos el examen, con lo que me hicieron yo ya no quiero reubicación, yo sólo quiero que se me dé un pago justo, se limpie mi imagen, la imagen de mi familia, porque todos vamos a quedar manchados, es lo único que quiero y que pueda trabajar honradamente”, exigió Jesús Gómez Hernández.
Algunos de los manifestantes expresaron que tienen hijos que estudian y su despido trastorna su situación económica.
“Tengo mi esposa, mis hijos que están estudiando la prepa y una niña chiquita, qué va a pasar, qué les voy a dar de comer si no tengo con qué, por ser honesto eso es lo que pasa, ser honesto es quedarse sin nada”, lamentó uno.
Entre los policías se encontraban tres mujeres, una de ellas embarazada, quien también exigió pago justo y un trato digno.
Expresaron que sus superiores no les explicaron por qué se les despide sino que sólo les dicen que no aprobaron la prueba de Control de Confianza, cuánto es lo que les corresponde, se les pide que dejen uniforme y armas y que ya no pueden regresar.
“Échenle fibra, échenle fibra, compañeros, porque si alguno ya no puede todos le vamos a ayudar”, fue el lema que corearon los despedidos.
En las pancartas que llevaban informaban de los años de servicio que tenían y algunos también mostraron los reconocimientos que recibieron mientras desempeñaron su labor, como las Alas de Plata o el nombramiento de Policía del Mes, así como las heridas que sufrieron mientras desempeñaban su labor.
Finalizaban con el lema “Expediente limpio”.
Después de una hora, los policías se retiraron sin haber sido atendidos.
Orienta abogada a 30
La abogada María Dolores García comentó que son al menos 30 policías que han pedido orientación, de los cuales están por resolverse cinco de sus casos.
“Todos los días están llegando a mi despacho, estoy viendo elementos tristes que tenían desde cinco hasta treinta años, sobre todo los más antiguos que están siendo separados de sus funciones y que están sumamente tristes porque no tienen el dinero suficiente”.
La abogada aseguró que el martes habrá un paro de policías activos, en solidaridad con sus compañeros despedidos.

Exige trato

Jesús Gómez Hernández informó que le ofrecieron tres mil pesos como liquidación por seis años en la Policía.
“Después me dicen que me van a dar más, yo no vengo a que me regalen, yo vengo a que se me liquide justamente.
“Quiero que revisen mi expediente, reto al Gobierno para que cheque mi expediente y aquí con ustedes lo revisamos porque yo no tengo ninguna falta, ningún arresto, no tengo nada, por eso precisamente exijo que se revise mi expediente”, señaló.
“Moralmente va a afectar a mis hijos, qué va a pasar, porque dicen que somos rateros, que estamos metidos en la delincuencia, qué más van a querer”.
Informó que el último examen de control lo presentó hace como un año, pero ya había presentado tres más.
“A nosotros nos habían prometido que si apoyábamos a la Presidenta iban a revisar bien nuestros casos, por eso no teníamos miedo de nada, ella iba y nos visitaba, estaba en las delegaciones y decía en campaña lo que iba a hacer, que nos iban a revisar los expedientes, por qué no lo han hecho, por qué primero nos corren”, reprochó el agente.

‘Entregamos añosde nuestras vidas’

Policías preventivos que en su momento fueron premiados por buenos actos a favor de la ciudadanía, forman ahora parte de la lista de los oficiales despedidos por no aprobar sus exámenes de Control de Confianza.
Rosa Patricia Hernández Terrones, mejor conocida por sus compañeros como “Pikachu”, tenía 11 años 7 meses en la Policía.
Con lágrimas en los ojos recordó su trayectoria.
“Tengo un expediente limpio, tengo reconocimientos por ser el Policía del Año, del Mes, y tengo Alas de Plata por haber salvado la vida a una persona de homicidio, ese me lo acaban de dar en el 2011”.
De nada le sirvió. El miércoles de la semana pasada recibió su baja.
“A mí me notificó el licenciado Alejandro de la Torre, me dijo: ‘Yo desconozco el motivo de tu suspensión, hija, a mí me pusieron el día de hoy en este lugar para masacrarlos a todos ustedes, aquí quien debería de tener huevos’, así me lo dijo, ‘es tu Subdirector y tu Director para darlos de baja’”.
Platicó el momento en que tuvo que dejar el oficio que desempeñó tantos años.
“En cuanto sales del edificio te quitan tu uniforme, te quitan tu chaleco, te quitan todo, equipo y todo.
“No es justo, hemos entregado años de nuestras vidas, al menos yo entregué 11 años 7 meses, otros, 30 años, toda una vida”, expresó.
La ex agente aseguró que no la liquidaron.
“A mí no me dieron ninguna cifra, el que quiere firma pero se va con bien poquito, porque lo queman públicamente a través de los medios de comunicación, yo no firmé, no pienso firmar.
“Yo iba a hospitales en diciembre y en abril a llevar dulces al HGR, me vestía de payaso, ayudaba a colonias pobres con lo que puedo pero los ayudo”, lamentó la agente.

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