El cuerpo de la campeona olímpica Soraya Jiménez abandonó la agencia funeraria en Tlalnepantla donde se realizó su velorio.
Escoltada por autos de familiares y amigos, la carroza traslado sus restos hacia la sucursal de la agencia funeraria en Sullivan en donde fue cremada en punto de las 15:00 horas.
Minutos antes de que el cortejo fúnebre iniciara el viaje, el entrenador que llevó a Jiménez al oro en Sydney 2000, Georgui Koev, arribó al lugar para darle el último adiós a su pupila.
Una media hora antes, el hermano de la ex pesista José Luis Jiménez anunció los cambios de último momento, pues en primera instancia se dijo que el cuerpo sería llevado al Panteón Español.
Al mismo tiempo pidió comprensión a los medios ya que la familia decidió que la cremación fuera un evento privado.
José Luis informó que hasta el momento no tiene la certeza de donde reposarán las cenizas de su hermana y que mientras toman la decisión se quedarán en la casa de sus padres.
El gran ausente en el sepelio fue el presidente honorario vitalicio del Comité Olímpico Mexicano, Mario Vázquez Raña, quien siempre consideró a la atleta “como su hija”.
Al momento de arribar a la funeraria de Tlalnepantla, Carlos Padilla, titular del Comité Olímpico Mexicano, admitió que la pesista sería reconocida en las instalaciones del organismo, y que una de las instalaciones del complejo recibirá su nombre, así como la develación de una placa en unos días.
Despiden a Soraya Jiménez
Destacó la ausencia en el sepelio de Mario Vázquez Raña, presidente honorario vitalicio del Comité Olímpico Mexicano, quien siempre consideró a la atl