Un abogado furioso lanzó el viernes un zapato al ex presidente Pervez Musharraf cuando éste se dirigía a un tribunal en el sur de Paquistán para afrontar cargos tras su regreso al país de un autoexilio de cuatro años, informó la policía.
En tanto, un talibán suicida que iba en una bicicleta se hizo explotar en un ataque contra la caravana en la que viajaba un comandante de la policía paramilitar en el noroeste de Paquistán, lo que causó la muerte de 11 personas, incluido un bebé de cuatro meses.
El ataque ocurrió en la ciudad de Peshawar y el supuesto objetivo, Abdul Majid Marwat, que encabeza la Policía de Fronteras, resultó ileso, dijo el funcionario policial Dost Mohamed Khan.
Musharraf, que llegó al poder en un golpe militar en 1999 pero fue obligado a dimitir casi una década después, es odiado por muchos abogados en Paquistán porque cuando gobernaba decidió suspender al magistrado presidente de la Corte Suprema.
El abogado lanzó su zapato contra Musharraf cuando el ex caudillo militar avanzaba a pie por un vestíbulo en el edificio de la corte en la ciudad de Karachi, rodeado de una muchedumbre que incluía personal de seguridad, simpatizantes y periodistas, dijo el funcionario policial Nasir Aftab.
El zapato no alcanzó a Musharraf y el abogado no fue detenido porque nadie presentó cargos contra él, dijo Aftab. Lanzarle un zapato a alguien es un grave insulto en los países islámicos porque la suela es considerada una parte inmunda.
Los diversos canales locales de televisión difundieron las imágenes del incidente, pero fue imposible identificar el nombre de la persona que tiró el zapato porque estaba oculta atrás del corredor.
Después del suceso, los jueces concedieron a Musharraf la ampliación de una fianza preventiva en relación a tres casos presentados contra él, lo cual implica que no puede ser arrestado inmediatamente.
Dos de los casos están relacionados con el asesinato ocurrido en 2007 de la ex primera ministra Benazir Bhutto y la muerte de Akbar Bugti, un dirigente nacionalista baluchi, ocurrida en 2006 en un enfrentamiento con las fuerzas militares paquistaníes. Musharraf recibió una ampliación de 21 días en ambos casos.
Le extendieron el beneficio 15 días en relación con un tercer caso, en el que está acusado de retirar ilegalmente a un número de jueces, entre estos el magistrado presidente de la Corte Suprema, dijo Shahadat Awan, fiscal general de la provincia de Sindh, que circunda el lugar.
Se impuso también a Musharraf la restricción de que no abandone el país durante el periodo de la ampliación de la fianza, según la televisión estatal.
Musharraf regresó el domingo de su exilio en busca de una posible reanudación de su carrera política a pesar de las acusaciones judiciales en su contra y las amenazas de muerte de los extremistas del Talibán.

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