Los balnearios fueron una de las primeras opciones que los irapuatenses buscaron para contrarrestar el calor, que rondaba entre los 23ºC y los 30ºC después del mediodía, de acuerdo con el Sistema Meteorológico Nacional (SMN).
Lourdes Reyes Gutiérrez, enfermera de 40 años, empezó a buscar un lugar para pasar los días santos en un espacio refrescante, con sus dos hijos y su esposo, eligiendo un balneario para distraerse.
“Llegamos a las 9 de la mañana, ayer (jueves) estuvimos buscando un lugar más o menos, venimos a verlo y decidimos que nos veníamos hoy a divertirnos, somos nosotros cuatro, mi esposo y mis dos hijos, pero nos trajimos también a mi sobrina, para que se distraigan un rato”, compartió.
Disfrutando una comida ligera, después de pasar unas horas en la alberca, explicó los cuidados que tiene a la hora de salir con los pequeños, sobre todo por la cantidad de gente que se encontraba en el balneario, en la comunidad de Malvas.
“Como traemos niños chiquitos nos repartimos uno cada uno, para que no les pase nada y se diviertan, nada más hoy tenemos planeado salir a divertirnos, pero lo más bonito, sean los días que sean, es convivir con la familia”, señaló.
Eran apenas las 12 del día cuando el balneario Aqua estaba a la mitad de su capacidad, con el estacionamiento lleno, igual que los chapoteaderos y las albercas, mientras la gente disfrutaba del agua y del sol, con su debido bloqueador.
“Nosotros abrimos a las 9 de la mañana, pero la gente ya estaba aquí desde las 8 o las 8:30 de la mañana, quieren agarrar buen lugar de estacionamiento y también las palapitas, para estar cerca de la alberca”, informó Arlet Margarita García Pimentel, parte de la organización del balneario.
El Viernes Santo es cuando este tipo de lugares tienen más visitas, desplegando un aproximado de 18 personas que vigilan que se respete el reglamento, que incluye recomendaciones como no ingerir bebidas alcohólicas y no correr por las orillas de las albercas.
“Tenemos vigilancia en todas las albercas y chapoteaderos, tenemos también personal para que esté al pendiente por si pasa algo, un salvavidas y un paramédico, para que la gente se divierta y esté segura de que la podemos atender, estamos preparados”, señaló.
Aunque están preparados para imprevistos, García Pimentel señaló que el cuidado de los más pequeños de las familias está a cargo de los padres de familia para que no se hagan daño.
“Tratamos de estar al pendiente de todos, pero siempre invitamos a los papás a que estén al pendiente de los chiquitos porque luego son los que corren más riesgo, que no los desatiendan porque nosotros damos el servicio pero son ellos los que deben estar al pendiente”, comentó.
Hoy, la visita a estos lugares disminuye, cerrando el Viernes Santo a las 7 de la noche, dando tiempo a que la gente se divierta y pasen un buen rato.
“No se van hasta más o menos las 7 de la noche y porque ya les empezamos a decir que se tienen que ir, sino se quedaban hasta las 10 de la noche, tenemos que ir hasta apagando los toboganes y avisarles”, destacó sonriendo.

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