Cientos de visitantes de todo el País presenciaron la representación de la pasión y muerte de Jesús con gran solemnidad y devoción en Cristo Rey.
El padre José de Jesús Ortiz Ayala, rector de Cristo Rey, recordó que la vida sigue siendo un Viacrucis para muchas personas víctimas de la delincuencia organizada y de la violencia.
El padre Ortiz y un grupo de sacerdotes presidieron la ceremonia que inició a las 12 de la tarde en la explanada de la Ermita y terminó cuatro kilómetros cuesta arriba en la explanada de la Crucifixión.
El seminarista Alejandro González López, de 18 años, vecino de Chapalita, personificó a Jesús.
30 “cargadores” descalzos y vestidos con costales de ixtle llevaron a cuestas a una figura de Jesús, al Cirineo y a la Verónica en una plataforma que pesa más de 600 kilos.
Fidel Huichapan, quien participa en el Viacrucis como cargador desde hace 15 años, señaló que pertenecen a la Hermandad de Cargadores de Silao. “Lo hacemos con devoción y algunos por manda”, señaló.
Antes de iniciar el Viacrucis el padre Jesús Ortiz recordó que el mundo actual vive en una serie conflictos; en México el crimen organizado sigue generando violencia.
En la primera estación, cuando Jesús es puesto a disposición de Pilatos, el sacerdote recordó que también hay personas que pueden emular al Cirineo, que ayudan a otros a cargar su cruz, o como la Verónica que se acerca al que sufre.
En la segunda estación Jesús comienza a cargar la cruz, “una cruz que cargamos en la vida diaria. Una vida de incomprensiones y de tristezas”.
En la tercera cae por primera vez: “cuántas veces hemos caído y tropezado en la vida, en actos de corrupción y dentro de la incertidumbre”.
En la cuarta estación Jesús tiene un encuentro con su madre: “un encuentro de corazones sobre una misma causa y que en mundo actual representa un encuentro para ayudar a los demás”.
En la quinta Simón de Cirene ayuda a Jesús a cargar la cruz: “nos recuerda que cada quien cargamos nuestra cruz, y que debemos ayudar a cargas la de los demás”.
En la sexta la Verónica limpia el rostro de Jesús: “nos recuerda que la caridad, y el amor no tienen rostro; hagamos un bien a los demás”.
Para la séptima Jesús cae por segunda ocasión y el Viacrucis es interrumpido por un grupo de ministeriales que en una camioneta gris se abre paso entre la multitud con sirena abierta, señalaron que iban a detener a unos jóvenes.
En la octava estación Jesús tiene un encuentro con grupo de mujeres de Jerusalén. “Demuestran cómo pueden ser caritativas y dar apoyo a los más pobres”, se señala en el mensaje.
En la novena estación, Jesús cae por tercera vez: “muchos que caen de nueva cuenta en vicios u otras problemas ya no se quieren levantar. Creen que ya han hecho bastante en esta vida y sólo quieren descansar”.
En la estación número 10 se recuerda cómo Jesús es despojado de sus vestiduras, en el Gólgota, o lugar de las calaveras: “como en la actualidad también se despoja a muchos indefensos”.
En la onceava estación, Jesús es clavado en la cruz. La judea, un grupo de judíos, lo clava en la cruz, mientras que el sacerdote recuerda el dolor de su madre.
En la doceava Jesús muere en la cruz. Se le el evangelio, “y se recuerda que el pecado del hombre fue la causa de la muerte de Jesús”.
En la treceava Jesús está en los brazos de María, y se recuerda el sufrimiento como madre al ver a su hijo muerto y de tantas madres cuyos hijos también han perdido la vida.
En la catorceava Jesús es bajado de la cruz y llevado al sepulcro. Se pide reflexionar sobre la muerte de Jesús y su legado.

Aumenta turismoreligioso

A un año de la visita del Papa Benedicto XVI al cerro de El Cubilete, el número de visitantes a Cristo Rey aumentó por lo menos el 20%.
El rector de Cristo Rey, el padre José de Jesús Ortiz Ayala, dijo que se recuerda con gran alegría al Papa quien sobrevoló El Cubilete antes de bajar a la explanada del Parque Bicentenario para oficiar la misa multitudinaria.
Informó que la iluminación exterior del monumento estará prendida estos días santos una hora por la noche, para que los visitantes puedan admirar este espectáculo de luz y color.
“Cristo Rey forma parte del turismo religioso en la zona del Bajío. Ya es un punto clave para cuando se visita Guanajuato, más con la visita del Santo Padre”, señaló Emanuel Sánchez, guía de turistas.
Multitudes se concentran en el cerro de El Cubilete en estos días. El padre Jesús estimó que al año lo visitan al menos un millón de fieles.

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